Oración a «Dos Ángeles Buenos». Enrique Germán Martínez marino poeta

 

D CAPITAL ROJOedicado a Gxxxxxx Sxxxx Mxxxxx, y toda su familia.

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Que bajen del cielo dos ángeles buenos
aquellos que un tiempo atrás me trajeron
y vengan cantando sus himnos inmensos.
Cumplieron promesas en tanto pudieron
y es día de darle mil gracias al cielo,
feliz fue mi vida cuando hubo de serlo.

Hoy soplan los vientos y cae aguacero
castigan con fuerza mi cara y mi pecho
el miedo se irá si me cobijo en ellos.
Le pido al Señor que está en su reino
que vengan al lecho a velar por mis sueños,
hoy son realidades que guardo en mi pecho.

Yo sé que me debo a los que más quiero
Gxxxxxxxx, su esposa y Mxxxxx un ser bello,
el mayor que es Mxxxxx y Pxxxx el del medio.
Que bajen mis ángeles, que hoy los espero
y cubran sus alas con santo denuedo,
a mi matrimonio, a hijos y abuelos
y toda alma buena que rece estos versos.

Que bajen del cielo y nos guarden con celo
de noche de día y en todos los tiempos,
serán de esperanza y por siempre tan bellos
dos ángeles rezan en tanto yo sueño,
a Dios le confío mi vida es mi dueño.

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«Palabras sonoras e inmensas» por Enrique Germán Martínez marino poeta

En un rincón que me acoge
al resguardo de las tinieblas,
que me da cobijo en las noches,
esas de frías nieblas,
que espesan en madrugada
y al sereno se congelan,
en un estío entre lluvias
que lavan con su pureza.
Allí quiero escribir este canto
con palabras sonoras e inmensas,
esperanzadas y arcanas,
palabras graves y ciertas,
que enjuguen todos los llantos,
que cierren heridas abiertas
que eleven los espíritus
Hacia aires nuevos y puros
que vuelen en brisas y vientos
tal como hacen los petreles
sobre mares irredentos,
con su libertad inmanente
sin fronteras ni tiempos.
Palabras concebidas de noche,
que en madrugadas florezcan,
que vivan frescas y eternas
Y mis luchas no prevalezcan
al calor de viejas guerras.
Palabras que lanzarán a vuelo
poetas que hoy balbucean.
Mis senderos se están angostando
y crecen allí malezas
que alejan mis destinos
inalcanzables como quimeras.
Horizontes que son hoy conquistas
hasta ayer fueron solo espera.
Y allí donde me detenga
cargando mis mejores letras
las dejaré caer como semillas
y se hundirán profundo en la tierra
para ser fértiles otras noches
floreciendo en mañanas bellas
a quien quiera atesorarlas
porque también las ama y las sueña.
Y porque está despierto y alerta
sin soledad ni tristeza
en un rincón en penumbras
de que harán escarcha al sereno
en noches de mil estrellas.
Serán palabras inmensas
de poemas que vivirán eternos
y aun con praderas de escarcha
que será hielo en los inviernos
habrá esperanzas en un sol
que reinará en todo el universo.