Poemas del Día de la Marina Nacional de México

Poemas del Día de la Marina Nacional

Los poemas del Día de la Marina Nacional y sus himnos como ‘Cadetes de la Naval’ son ideales para rendir honores cada 1° de junio.

por ErikaCedillo 03 de Junio 2021 · 09:19

Poemas del Día de la Marina Nacional. Foto: www.gob.mx
Poemas del Día de la Marina Nacional. Foto: http://www.gob.mx

Los poemas del Día de la Marina Nacional están hechos para honrarla cada 1° de junio, fecha de su máxima celebración, y si quieres festejar en grande esta fecha tan especial para los marineros de México, el poema ‘Sentimiento de un Soldado’ de Germán Luis Pujol Flores es una excelente opción para ello y aquí te lo compartimos, ese y ¡sus himnos!

En La Verdad Noticias creemos que celebrar a quienes defienden las aguas nacionales todos los días de costa a cosa merecen el mejor homenaje, de ahí que te compartimos composiciones que inspiradas en su labor han marcado la historia de la poesía con poemas que han trascendido generación tras generación.

Hace poco te compartimos imágenes del Día de la Marina Nacional, pero ahora iremos más allá y te daremos a conocer los poemas más famosos que se han escrito para honrar su memoria, ¡no te los pierdas!

3 poemas del Día de la Marina Nacional

Poemas del Día de la Marina Nacional
Poemas del Día de la Marina Nacional. Foto: http://www.gob.mx

Uno de los famosos poemas del Día de la Marina Nacional fue escrito por el poeta nicaragüense Rubén Darío, ¡aquí puedes leerlo!

  • Sentimiento de un Soldado de Germán Luis Pujol Flores
Poemas del Día de la Marina Nacional
Poemas del Día de la Marina Nacional. Foto: http://www.gob.mx

Un alto Honor se me confiere

Salvaguardar la tierra que es mi patria

Soy Soldado de mi Nación

Orgullosamente de las Fuerzas Armadas

Soy Soldado Mexicano,

Sangre estirpe de mi raza

La bandera es mi grandeza,

Y el guerrero está en mi alma

Soy Soldado Mexicano

Y la voz del corazón jamás se calla

Lo grito a los cuatro vientos

Primero es mi Patria.

Tú eres el México que amo,

Tu rostro es mi presente y mi mañana

Eres la sonrisa más tierna

Eres mil historias y nostalgia

Las fuerzas Armadas lo hacemos por ti,

Por nuestros hijos,

Por México al son que suena

Para que cada Mexicano

Sienta más cerca de su corazón

Los sonidos y la historia

De esta hermosa tierra.

Festejamos con alegría cada momento,

cada instante;

Y cuando la adversidad llega;

hacemos hasta lo imposible por mitigarla,

por detenerla;

Cuando el dolor y la tristeza tienen como destino

Esta tierra

Tus lágrimas también son nuestras

Quizá en esos momentos,

Cuando hay dolor

Solo así, notas nuestra presencia

Pero siempre estamos ahí,

Contigo.

No importa la hora

No importa el lugar

Nuestro Valor es Militar

La más grande fortaleza

Somos el Ejército Nacional,

Hombres y mujeres con orgullo y lealtad

Y Si la patria nos va a necesitar,

Estamos a la orden mi General.

Cada Mexicano nos importa,

Lo llevamos en el alma

Tenemos su sonrisa y su poema

La canción que cuenta historias,

Las historias de esta tierra

Estos versos son dedicados

A los soldados que están;

A los que ya se fueron

A los que dieron su vida en batalla,

El más alto Honor y Reconocimiento.

Que viva el ejército nacional

Que viva México y su grandeza

Honor al Soldado de mi Nación

Amor a mi País y, a mi Bandera

  • ‘La tumba del Marino’ de Enrique Germán Martínez Marino poeta
Poemas del Día de la Marina Nacional
 Poemas del Día de la Marina Nacional.  Foto: http://www.gob.mx

En la tumba del marino no hay rosa alguna

ni crece entre las olas perfumada flor,

no hay un crucifijo del Cristo doliente

nunca lágrimas de olvido de un antiguo amor.

No tiene un marino siquiera el derecho

de yacer bajo azul cielo y a su alrededor

broten salvajes las flores más bellas

que honran al Señor por su creación.

El marino es distancias que nadie ha medido

horizontes olvidados en que recaló

ausencia entre puertos desconocidos

es la postal ajada donde te recordó.

El marino está hecho en un telar del cielo

y el oro que ostenta humilde en su galón

no es riqueza es el brillo que en albas puras

el sol generoso un día le regaló.

Un marino es recuerdo de los seres vivos

que aguarda su regreso y quizás murió

Qué más da, si la mar celosa lo ha engullido

O lo ha seducido con su esplendor

  • “Marinos de ley” de Enrique Germán Martínez marino poeta
 Poemas del Día de la Marina Nacional.  Foto: http://www.gob.mx

San Juan te has ido

ya siete semanas,

no estás escondido

lo sé,tú no engañas,

estarás a la vista

de playas lejanas,

o en aguas secretas,

probando tus armas.

El destino dirá

a su tiempo si vuelves

porque amas lo que haces

o aún mucho más a Ellos,

familia es tu anclaje

o ambas son ciertas,

dilema curioso

resolverlo es eterno.

El mar misterioso

Y enorme te oculta,

el silencio ominoso

llegará a todo el mundo,

llevando un sollozo

sentido y profundo

y cantará en siete mares

el bronce impoluto

en que brillan los nombres

de intrépido grupo.

Eran 44 marinos de ley

Entre ellos había sólo una mujer

Y comienza la historia,

Una y otra vez…….

Himnos de la Marina Nacional Mexicana

 Poemas del Día de la Marina Nacional
 Poemas del Día de la Marina Nacional. Foto: http://www.gob.mx

Los poemas del Día de la Marina Nacional y los himnos son ideales para rendir tributo a esta Institución Militar Nacional que protege los derechos de los mexicanos y su soberanía desde las aguas, aquí te compartimos algunos de los más famosos.

  • ‘Águilas de la Armada’
Poemas del Dia de la Marina Nacional
Poemas del Dia de la Marina Nacional. Foto: www.gob.mx

Como el águila en el cielo

como el albatros sobre el mar

volamos siempre con anhelo

en nuestra Fuerza Aeronaval.

Vamos en alas de la Armada

para guardar con dignidad

a nuestra Patria Mexicana

y conservar su libertad.

Con patriotismo y con lealtad

garantizamos soberanía

en nuestros mares al volar.

Siempre cumplimos

con gran valor

así buscamos

la victoria y la gloria conquistar.

  • ‘Cadetes de la Naval’ de Estanislao Garcia Espinosa
Poemas del Día de la Marina Nacional
Poemas del Día de la Marina Nacional. Foto: http://www.gob.mx

Cadete soy de la Naval,

Mi orgullo es ser marino.

Cantando voy un himno al mar,

Feliz con mí destino

Mi escuela y mi Bandera,

Las dos mi gloria son.

Daré mi vida entera,

Por defenderlas de una invasión

Cadetes de la Naval,

Marchemos por la senda de la gloria.

Cantando un himno al mar,

Luchemos por la Patria y la victoria

Juremos con honor,

Honrar a nuestra patria mexicana,

Y por ella morir con valor,

Cadetes de la Naval

Cadete soy de la Naval,

Mi orgullo es ser marino.

Cantando voy un himno al mar,

Feliz con mí destino

Mi escuela y mi Bandera,

Las dos mi gloria son.

Daré mi vida entera,

Por defenderlas de una invasión

Cadetes de la Naval.

Marchemos por la senda de la gloria.

Cantando un himno al mar,

Luchemos por la Patria y la victoria

Juremos con honor,

Honrar a nuestra patria mexicana,

Y por ella morir con valor,

Cadetes de la Naval.

  • ‘Infantes de Marina’ del Capitán de Navío SMN, Estanislao García Espinoza
Poemas del Día de la Marina Nacional
Poemas del Día de la Marina Nacional. Foto: http://www.gob.mx

Infantes somos de marina

soldados fieles a nuestro pabellón

felices vamos por la vida

gritando hurras a nuestro Batallón.

Guardianes somos de la patria

que a nuestras playas cuidamos sin cesar

con el orgullo de ser infantes

infantes fieles de tierra y mar.

Libertad, libertad y libertad

un deber es de todos conservar

para México lauros conquistemos

en la tierra, en el aire y en el mar.

Nuestra armada de México inmortal

muy en alto por siempre a de brillar

el ejemplo de Azueta seguiremos

sí a la patria pretenden mancillar.

Ahora que conoces poemas del Día de la Marina Nacional, te recomendamos revisar Día de la Marina Nacional: ¿por qué se celebra?, así aprenderás mucho más sobre su historia.

«Palabras de despedida de la marina del contraalmirante» por Enrique Germán Martínez marino poeta

PALABRAS DE DESPEDIDA DE LA MARINA DEL CONTRAALMIRANTE

ENRIQUE GERMÁN MARTÍNEZ​

La entrega de un cargo en la Marina constituye a primera vista un acto rutinario del servicio, por medio del cual se cumple un mecanismo administrativo formal. A partir de él se transfiere la responsabilidad de la conducción de un área de la Armada entre dos jefes navales que cumplen los requisitos necesarios.​
Esta liturgia naval, por todos conocida disimula el ánimo personal de sus protagonistas y esconde el significado profundo de una circunstancia, que por tener un sensible contenido humano, es al igual que ellos única e irrepetible.​
En primer lugar expresa la coherencia de una Institución bicentenaria que persiste en transferir sus conocimientos, principios y valores a los que nos siguen de un modo organizado, de una manera prolija y a la vista de superiores y subordinados, dándole un carácter irrefutablemente institucional.​
Pero lo que se transfiere no es solamente un cargo administrativo, sino muy por encima de él, la responsabilidad de velar, dentro de su alcance, por los cimientos de la Institución misma, que no son solamente sus conocimientos técnicos, ni el sistema de deberes y derechos, sino la custodia de ciertos pilares que hacen a la vigencia de cualquier institución: LOS VALORES.​
Por eso es que mi último acto del servicio, me mueve a reflexionar sobre mis cincuenta y cuatro años en la Marina, transcurridos desde el día mismo en que nací y seguramente vi, sin saberlo, el uniforme naval de mi padre que minutos antes había entregado su guardia de servicio en la Base Naval Mar del Plata. Qué no daría por que me escuchara en este momento!​
Toda mi vida transcurrió en la Marina, no recuerdo otra cosa. Mi padre fue mi primer escuela de formación, el Liceo Naval ya formalmente, la segunda y la entrañable Escuela Naval Militar una reafirmación, meditada y madura, de las dos anteriores.​
En todas ellas escuché los mismos conceptos, que son aquellos en que se funda la razón de ser de las cosas y que brevemente deseo repetirme como un último examen de conciencia frente a todos ustedes.​
Aprendí que LA VERDAD por sobre todas las cosas es la condición ineludible que nos habilita a vivir cada día que comienza en la Armada. Pero no será VERDAD si olvidamos algún retazo de ella en un pliegue de nuestra conciencia y más aun, será un tormento enfrentarnos diariamente a ella y a la mirada inquisitiva de nuestros subordinados.​
Me enseñaron que LA RECTITUD DE INTENCIÓN se refiere principalmente a actuar inspirado en el bien común, que por extensión nos beneficiará a todos de una manera justa, ecuánime y equilibrada. Esto implica el desprecio al beneficio propio, ya que el egoísmo nos aísla y le resta vigor al esfuerzo honesto del conjunto.​
Escuché también que la HOMBRÍA DE BIEN es la que nos inspira a reconocer con grandeza el justo mérito a los demás y atribuirles el reconocimiento que merecen. Qué gran ejercicio de humildad permanente fue pretender ser considerado un hombre de bien!​
Por su parte LA INTEGRIDAD, conjugaba para mí una suma compleja de compromisos, entre los que identificaba como el más trascendente, el ejercicio de la autoridad. Es decir el ejercicio del poder que nos otorga el sistema institucional al asignarnos responsabilidades.​
Qué difícil no desear el poder, no aspirar a él sin tener un proyecto solidario, imaginado para los demás, despojado de TODO interés propio, dedicado íntegra y exclusivamente a la Institución. Y qué opuesto a la naturaleza humana no envanecerse con los honores, las distinciones y los sutiles privilegios del mando. ​
LA HONRADEZ, logré entender, no se dimensiona en una escala cuantitativa. No se es muy honrado o poco honrado, se ES o NO se ES honrado y serlo, no se relaciona exclusivamente con la gestión del patrimonio. También se pueden defraudar las expectativas de las personas y su confianza y ese patrimonio es irrecuperable, ya que a diferencia de la moneda no se puede volver acuñar. ​
LA LEALTAD, siempre me decían, es como un cristal, inalterable hasta la eternidad, pero irreparable si se quiebra, porque nunca podremos disimular la grieta de nuestra traición a quienes entregaron a nosotros su confianza. ​
También recuerdo superiores BUENOS y JUSTOS que, sintetizando estas cualidades, supieron brindarme su ejemplo de generosa entrega al servicio dando su mejor esfuerzo a la Marina.​
Tratando de honrar estos y muchos otros valores, que con seguridad ustedes también atesoran en sus corazones, intenté transitar mis años de profesión, que hoy pasan frente mis ojos de manera vívida y fugaz.​
Años intensos e imposibles de evocar en un párrafo de despedida. ​
Años jóvenes al comienzo, llenos de entusiasmo y jornadas de mar azul, en los que se funden los recuerdos de la familia y la carrera, que comienzan casi al mismo tiempo, con el mismo sacrificio, con similares ilusiones. ​
Muy pronto vinieron años de luto, en los que fuimos envueltos por un torbellino trágico de desencuentros entre hermanos. Vaya si los recuerdo!… en medio de tantos olvidos…​
También aprendí sobre valores durante la guerra del atlántico sur, mediante el ejemplo de CORAJE y ENTREGA AL SERVICIO que nos legaron muchos camaradas, ausentes para siempre. A todos ellos, que dejaron su vida en su puesto de guardia, les rindo este eterno tributo de recordación y homenaje. ​
Inmediatamente después vinieron años de renovación tecnológica en la Armada, de intenso estudio de los nuevos medios, de ejercicio diario de la CONSTANCIA y del INGENIO para afrontar el cambio, ejemplo que dio toda una generación naval en esta etapa inolvidable de cambios. ​
Fueron años en que se exacerbó la CULTURA DEL TRABAJO y del ESFUERZO, pilares de la superación profesional. ​
También hubo años de culminación de grandes metas, esas que uno se propone desde sus primeros sueños como cadete naval: el ejercicio del comando en el mar. Si bien el tiempo va desdibujando los nombres, las personas y las circunstancias, me llevo impreso en el alma el orgullo de haber comandado la Fragata LIBERTAD y de haber conducido esa jarcia gloriosa por el mundo llevando el mensaje de amistad que los argentinos hacen llegar a todos los pueblos por intermedio de sus buques de instrucción, desde hace más de 100 años. ​
Los años recientes son un recuerdo fresco, sin proyección objetiva. Son un presente fugaz durante los cuales participé en la conducción superior de manera efímera pero intensa, tratando de orientar, desde el cargo de Director de Operaciones Políticas y Planes esta área de la Armada en el contexto de su razón de ser, es decir en la visión de plazos más extensos que la coyuntura diaria.​
Ese será el último recuerdo de mi vida en la Armada y es tiempo de sentirse agradecido.​
Agradecido a los que me formaron y me condujeron con su palabra y con su ejemplo, algunos de ellos honrándome hoy con su presencia. ​
Agradecido a los que confiaron en mí.​
Agradecido a los que me otorgaron la libre elección de obedecer, la oportunidad de dirigir y el desafío de mandar.​
Agradecido a los que fueron leales.​
Agradecido también a quienes me criticaron porque por encima de todos, ellos me incentivaron a corregir mis falencias. ​
Agradecido a la Marina, porque todo lo que soy se lo debo a ella.​
Agradecido a la vida porque fue generosa conmigo.​
Muy especialmente agradecido a quien fue mi superior inmediato durante los últimos dos años, el señor ex Subjefe del Estado Mayor General de la Armada, vicealmirante Ernesto JUAN, quien respaldó y valoró mi accionar, orientando con sabiduría, corrigiendo con justicia, consintiendo con grandeza y guiándonos a todos con su ejemplo de hombre sereno y militar de convicciones íntegras. ​
Agradecido a mi familia, especialmente a mi esposa por acompañar esta larga jornada en la Marina. ​
Señor capitán de navío Carlos Alberto Paz, no sólo le entrego mi cargo sino que me siento honrado también estar dejándole un espacio en la Marina. Para mí es una distinción, ya que le reconozco cualidades que yo no puedo acreditar. ​
Como dijo el Coronel de Marina Tomás Espora ”sólo me precio de poseer la sabiduría simple que da la mar al marinero” por ello no me quiero limitar en decirle lo poco, pero lo más importante, que creo haber aprendido en tantos cuartos de guardia, observando horizontes infinitos, que por supuesto usted también conoce. ​
Es la conducción del personal, la primer virtud que debe acreditar el buen marino. Se traduce en comprensión, tolerancia y modo señorial en el trato con los subordinados. Lo demás será por añadidura y con seguridad, ésta sola virtud, permite obtener de ellos los mejores frutos, entonces sí, para el servicio naval diario con todas sus implicancias. ​
Nadie puede hacer grandes cosas por sí mismo. El verdadero éxito se afirma en la conformación de un buen equipo de trabajo, en su motivación y en la consideración honesta y abierta de todas las opiniones individuales, que no por diversas son equivocadas. Todos tienen siempre algo valioso que decir.​
El sano y honesto disenso a veces nos ilustra, otras veces nos compromete a elaborar más nuestra propia convicción y otras veces nos ilumina más allá de nuestra comprensión, que por ser humana es necesariamente falible e innegablemente limitada. ​
Finalmente, de la misma manera que al caer un ancla hacia su fondeadero vemos un sinfín de eslabones que se escurren hacia el mar, cada uno de nosotros es un eslabón que enlaza el presente con el futuro. Así es como se desliza en forma vertiginosa nuestra permanencia en el servicio. Mientras caemos por el escobén somos trascendentes, porque si fallara un solo grillete se interrumpiría la cadena que conforma el historial de la Armada, pero al mismo tiempo somos efímeros. ​
Somos sólo un eslabón más que pasa a toda velocidad frente a los ojos, en dirección hacia su destino. ​
Hoy engrana un nuevo eslabón en la corona de barbotín de la Armada que será tan trascendente y efímero como los anteriores y como los siguientes. Quiera Dios iluminar sus decisiones para que contribuyan a guiar el rumbo de la Institución de la misma manera que lo hicieron nuestros predecesores. ​
Ahora sí, llegó el momento de entregar la guardia y descender finalmente la planchada, que en mi imaginación se presenta ancha y luminosa, para regresar a casa después de una prolongada ausencia.​
Durante este breve y último saludo al pabellón, sólo me resta dar gracias a Dios por haberme dado el privilegio de prestar servicios durante tantos años en la Institución donde nací, en la ARMADA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA.​

«Isabel y los secretos» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Isabel y los secretos
Enrique Germán Martínez Marino poeta


Feliz cumple Isabel

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Feliz cumpleaños sin ningún diminutivo
¡9 años! ya eres casi señorita,
La razón grandes verdades hoy te grita
Y Santa claus ya no te engaña sin motivo.

Has cambiado cada verbo en sustantivo
Isabel de no entender ha comprendido,
a grandes pasos que resuenan decididos
descubriendo los secretos escondidos.

Isabel nunca en mis versos creativos
he mentido la verdad que se recita.
Hoy mi alma confesarse necesita

escribiendo un sentimiento obsesivo.
Soy poeta amo las letras bien escritas
Y te amo ti y a cada nieto por quien vivo.

«Nicolás camino al éxito» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Nicolás camino al éxito
Enrique Germán Martínez
Marino poeta


Feliz cumple Nico!

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Feliz cumple, aunque sea atrasado,
da igual, cada día cumples años,
y asciendes de tu vida otro peldaño
en la escala hacia tu sueño anhelado.

Eres niño y no imaginas cuan cansado
lograrás tus altas metas, más sin plaños *
sé alegre y generoso, no tacaño,
si te esfuerzas con fervor habrás triunfado.

Navega el éxito veloz y es despiadado,
no lo alcanzas ni soltando todo el paño
pero hay forma de atraparlo sin engaño.

La astucia y sutileza has heredado
madruga y en su senda o aledaño
lo atrapas cuando pase a tu lado.

Plaños: gemidos. Del latín plañir

«Desde la cruz» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Desde la cruz
Enrique Germán Martínez marino poeta

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El Cristo de Salvador Dalí


Escrito el Viernes Santo 2/3/2021

Aun tienes señor un hálito de vida
en tu cuerpo redentor crucificado,
acongoja mi conciencia cada herida
que causó tu cruel martirio mi pecado.

Si pudiera cada clavo habría evitado,
procediendo como mi alma arrepentida,
hoy me dice que de haberme comportado
no estarías en la cruz en agonía.

Me avergüenzan mis mezquinas felonías
y los cielos que nos tienes reservados,
no merezco tanto amor que me prodigas
mi egoísmo es el que te ha crucificado.

Al entregar tu alma al cielo prometías
volverías en tres días transfigurado,
luego un tiempo a tu reinado te irías
hasta tanto en Josafat seamos juzgados.

Mi alma vela tu regreso anhelado
por tu amor que infinito me extasía,
tu poder omnipotente que ha creado
cielos, tierra y todo cuanto allí habría.

Señor, quisiera a tu diestra estar sentado
en el reino que tu nos prometías,
aunque merezca a tus pies vivir hincado
cuál pesaroso pecador que se expía.

Agradezco a los Hermanos Maristas que me enseñaron
a recitar, a razonar y a rezar.

«cuatrilogía en sonetos discretos y normales con sorna a una cordobesa generosa » por Enrique Germán Martínez marino poeta

soneto a la mecenas bondadosa de un poeta soñador

Enrique Germán Martínez Marino poeta
Dedicada a mi gran amiga Raquel C.

Mecenas cordobesa desprendida
Has sido generosa con el arte
Contribuido al progreso en gran a parte
Con bondad y discreción bien comedida.

Mi alma eternamente agradecida
Solo encuentra rimas para alabarte
Mis pinceles solo sueñan retratarte
Y tu memoria sea siempre bendecida

Si fuera la virtud enaltecida
se honrara a quien espléndido reparte
No habría en la riqueza contraparte

Mendrugo y mendigar no existirían.
Sería un mundo de soñada fantasía
Diseñado a tu sentir para alagarte

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Segundo soneto a una notable
mecenas cordobesa

Enrique Germán Martínez Marino poeta

Mecenas cordobesa generosa ,
tú si amas el arte que practico,
más te pido, no, te ruego, te suplico!
no quisiera seas por mí menesterosa.

Si cual reina en Medioevo te has portado,
resignaban lujos que bien merecían
Intuyendo que lento se extinguirían
¡no dejaron el artista abandonado!

Digna y noble a una reina has emulado,
sustrayéndole doblones al vestuario
suprimiendo de tu ingesta casi a diario

lo que hoy en bastidores se ha trocado.
Del juglar del celular me cuidaría
si le agradas te hace tinta y poesía

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Tercer soneto de agradecimiento indiscreto
Enrique Germán Martínez Marino poeta
A mi amiga R.C.

Cordobesa magnánima y clemente
que repartes caudales generosa,
y te brindas cabalmente y obsequiosa
bienhechora desprendida e indulgente.

Más que sabia eres muy inteligente
y conoces el valor de cada cosa,
que el arte es abstracta y veleidosa
Honerosa si apetece a mucha gente

No quisiera que por ser tan diligente
Y hacer mi vida holgada y dispendiosa
Una dama afectuosa y amorosa

Quede pobre, desvalida e indigente
Yo te haría compañía muy frecuente
bajo un puente en tu choza primorosa

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Soneto final y postrero de agradecimiento eterno y permanente

Enrique Germán Martínez Marino poeta

Cordobesa:
Es lujo eterno que me honra y no se extingue
ser tu amigo en presencia, no de pinta,
es experiencia novedosa muy distinta
pues tu accionar te enaltece y te distingue.

No es el arte algo que te descuajeringue
aunque lo llevas en el alma y al abrigo
de los fatuos, agoreros y enemigos
porque es belleza y aun es poco cuanto digo.

Don Lope estaría orgulloso
de un soneto reforzado con adenda
Necesaria por demás no te sorprenda

en una dama que en virtud ha florecido
Te agradezco que me hayas escogido
Cual si fuera quien al arte representa

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«Risueño feliz cumpleaños atrasado» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Risueño Feliz Cumpleaños Atrasado
Por Enrique Martínez
marino poeta

a su querido amigo y hermano en el corazón Carlos Alberto Sánchez

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Hoy es fiesta en el barrio Belgrano,
en “La Redonda” Kermesse Popular,
en la Zurich hay bridge de ancianos
Y un bingo de broche final.

Hoy celebra su vida un amigo,
por los años también que vendrán
un señor almirante de honra
padre y abuelo también a imitar.

Es amigo de cuño leal,
fue forjado en noble material
tiene el brillo eterno del bronce,
y es madera muy fina a tallar

Un amigo que es su bonhomía
abundante para derrochar,
cariñoso consejero y sabio,
transparente cual fino cristal.

Hoy decimos a Carlitos Sánchez
que este día virtuoso él honró
“Que los cumplas feliz compañero”
padre, abuelo, amigo y SEÑOR!!!

«Feliz Santo en la linda»

Feliz Santo en la linda
Enrique Germán Martínez Marino poeta


A Mer en el día de su santo

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Escribirle a hermosa Mer algunos versos
es momento muy feliz y placentero,
es encuentro con mi duende más coplero
que me dicta los poemas tan diversos

Si le digo que ella es noble y sin reverso
él me relata en un soneto todo entero,
que es virtuosa noble y fuerte como acero
y es sincera y honesta sin un pero.

Al desearle Feliz Santos hoy me esmero
en pedir que el cielo cumpla sus anhelos
sea feliz en eones y milenios
y que viva tal cual sueña ella sus sueños

«Feliz cumpleaños papusa» por Enrique Germán Martínez Marino poeta

Feliz cumpleaños papusa
Enrique Germán Martínez Marino poeta

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A Mercedes Mosqueda en el día de su cumpleaños

Escribirle a Mercedes unas rimas
es placer que supera todo anhelo,
más vale que no erre por un pelo
¡es la esposa de un jefe! ¿aun te animas?

Si es amiga de años no escatimas
palabras laudatorias y de afecto,
un soneto bien se presta a dicho efecto
que el “otario a la papusa” no reprima.

Entrando a los tercetos no detecto
un marido que ofuscado desanima
estos versos que al peligro se aproximan.

Al desear Feliz cumpleaños mi desvelo
es abrazarte con la fuerza de mi anhelo
y darte un beso con cariño y gran estima.

«Anastasia y las chacareras» por Enrique Germán Martínez Marino poeta


«Anastasia y las chacareras, soneto galante de cumpleaños»

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Anastasia haberlo sabido antes!
un soneto te habría escrito,
sin apuro y muy prolijito
como un antiguo y noble galante.

También con flores, y no un cuadrito,
sino un ramo más bien gigante
instalaría justo adelante
de tu ventana con este escrito:

“Hoy cumple alguien muy importante,
no me vengan con la cuarentena,
celebraremos como era antes”.

Bailaremos la noche entera
y nos mantendremos bien distantes…
¡sólo haremos cuecas y chacareras!