«Memorias sin tiempo» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Memorias sin tiempos
Por Marino Poeta Enrique Germán Martínez


A todos los militares presos del odio y la venganza

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Mis párpados se abren
en albas soñados
los ojos cansados
absortos en nada.
Barrotes no impiden
en cada mañana
que sueños regresen
a otra cruzada
de patrios sentires
mi vida entregada
a la gloria y servicio
de victoria robada.
Era la libertad
que a la lid convocaba
no olviden la historia
en mitades sesgada
la llevo en mi alma
bendita y sagrada.
Barrotes eternos
mi cuerpo encerraban,
contra hierros y yerros
mi testimonio se alzaba.
Testigos falaces
mi espalda azotaban,
encerraron mi cuerpo
y no lograron nada.
Ni heridas sangrantes
ni contritas palabras,
Hoy más creo que nunca
defendimos la Patria
del Satán extranjero
con su rojo sudario
hoz y martillo
en la esquina cruzadas.

Epílogo
Corone la Patria
Con gloria laureada
las testas que infiernos
en mazmorras pagaban.
Su inocencia es historia
En memoria sesgada

«Soneto Malvinas, patria Argentina» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Soneto Malvinas, Patria Argentina
Enrique Germán Martínez Marino poeta

Eres Patria lacerada por la espina,
hollada por piratas cancerberos,
no fueron ciertamente los primeros
en explorar tus playas, valles y colinas.

Ruge el viento en insular tu geografía
eres la gema que ambiciona el extranjero
tu nombre, memorable verdadero
murmura el mar en sus rompientes cristalinas

Un solo verso en dos vocablos resumida
toda tu historia verídica y sincera
argumento de tu dueña y heredera

de territorios y de glorias conocida.
Eterna reza en roquedales esculpida
Malvinas son y serán Patria Argentina.

«El poeta fue a la guerra» por Enrique Germán Martínez marino poeta

El Poeta fue a la guerra
Enrique Germán Martínez
marino poeta

Esta historia es ficticia

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El poeta fue a la guerra
dícese que regresó,
que trajo mil relatos
y otros tantos… silenció.

Mas no trajo de regreso,
del día en que partió
la sonrisa, más que guerra,
parecía ir de excursión.

A poco de navegar
su vida toda cambió,
cuando conoció al teniente
Jefe de su Batallón.

Nada menos que su amigo
de primer grado inferior,
en los Maristas de Belgrano
a los seis años conoció.

Se hicieron tan amigos
como hermano o confesor
y quisieron conservar
esta tilde de honor.

Pero el padre de su amigo
de carrera un militar,
aceptó todo destino
él quería progresar!

Se fueron primero al sur,
luego al norte a afincar
también en la cordillera
y fue Agregado Militar.

Así se perdió el contacto
en esos años no había chat,
internet no existía
era difícil buscar.

Pero quiso el destino
volverlos a colocar,
uno al lado del otro
y su amistad resucitar.

Así llega a la guerra
el poeta que soñó
reencontrar a su amigo
aunque no en esta ocasión.

Las islas irredentas
el destino apostó,
arriesgásemos la vida
por la gloria y el honor.

Resistieron bombardeos
defendieron posición,
su amistad fue inconmovible
se forjó al pie del cañón.

Pero un día desgraciado
una granada que estalló
al teniente la metralla
inesperada lo alcanzó.

En los brazos del poeta
el cura lo confesó
y con un Viva la Patria!
su vida se extinguió.

Al poeta una medalla
el general le otorgó,
y a la madre del teniente
fueron dos que reservó.

Informado el general
de la amistad entre los dos
alabó ese sentimiento
que distingue con honor.

Expresó acongojado:
“Si tu amigo ha muerto hoy
Llora por él todas tus lágrimas
y por siempre añóralo”.

“Pero su alma que es eterna
donde está, lo sabe Dios,
déjalo que en paz descanse,
lo que pudo… ya entregó”

Regresó tan taciturno
y ensimismado que su voz
no se oía casi nunca
que no fuera en oración.

Treinta años se calló,
de la guerra enmudeció,
como si no hubiera ido
ni visto cuánto vio.

Su alma un buen día
a la vida despertó
quiso contar a todo el mundo
experiencias que vivió.

Buscó todos sus cuadernos
y las notas que tomó,
pinturas y esquemas
y a escribir se abocó.

Por semanas no se oía
ni un murmullo de su voz
que no fuera en tono quedo,
al caer la tarde en oración.

Relató todos los hechos
que la guerra aconteció,
escribió las poesías
y en su corazón lloró.

Recordó a su viejo amigo
el teniente que murió
y para celebrar su vida
este libro escribió.

Compilando sus poemas
y relatos que reunió,
vio la guerra desde el arte
y en sus versos lo plasmó.

El poeta fue a la guerra,
pero un día regresó,
a honrar a los caídos
con el don que Dios le dio.

Epílogo

Al cumplir 40 años
del regreso el Batallón,
en comida de agasajo
preguntó uno al anfitrión:

De la vida del poeta
que podemos hoy saber?
era bueno con las letras
Y versaba a su placer.

-Trabaja siempre noche y día
y escribe sin cesar,
pero su alma está en las islas
nunca pudo regresar.


«Piloto de combate» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Piloto de combate
Enrique German Martínez
Marino Poeta marinopoeta.com


Dedicada al heroico Aviador
Naval VGM
José (el Cacha) César Arca.
Sobre un hecho verídico

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Como Clíope (*) haría,
en el Olimpo Romano
hoy le canto con mi lira
a José Arca veterano,
virtuoso, franco y noble
un piloto de valía
es patriota correntino,
de legendaria bonhomía.
El clarín llamó a filas
por la Patria defender,
insulares territorios
que un imperio robó ayer.
Los valientes se alinearon
en su pecho no cabía
el orgullo de ser ellos
quienes prestos acudían.
También le canto
a Picho Svendsen,(QEPD)
él se convirtió en hermano;
en esta Patria hoy partida
el unió lo que separan,
Que el Señor lo reciba
en la gloria que han forjado
así sean los vencidos
en la gesta que honramos
A José Arca de la mar
donde se había eyectado
Lo rescata Picho Svendsen,
que maniobra ha improvisado,
ni ensayada, ni probada
Ni sabida o conocida
Ni siquiera concebida,
Y no se halla en el manual,
Porque roza el heroísmo
y la locura temporal
con pizca de genialidad
que los grandes saben dar;
lo grandes como el Cacha
Y el Picho en lo eventual
pueden protagonizar
increíbles y ejemplares
actos que han de inspirar
Y alguno muy valiente
los pudiera emular.
La maniobra cual fue dicho
no está en ningún manual
ni en listado de prohibidas
porque es loca así sin más,
tan sólo de escuchar
los dientes te hacen castañear.
en fin y en definitiva
Al bravo, José Arca
que se estaba por ahogar
con pericia lo arrancó
de las fauces de la mar.
En maniobra que además
de no estar el manual
ni los yanquis la soñaron
en su guerra de Vietnam.
Nadie en su sano juicio
alucinando iba a pensar,
meter un patín en el agua
que Arca pudiera trepar.
Por esa Picho lo lloramos
impredecible y pasional.
cuando algo pretendía
su vida no iba a importar.
De los héroes un campeón
en la gloria merecida
que ganó en las Malvinas
en mil nueve ochenta y dos.
Parece absurda fantasía
destinada a fracasar
tocar con la panza el mar
y así lo rescataría.
Para ello Arca se quita
el salvavidas y al ganar
libertad de movimientos
pudo al fin alcanzar
La mano que le tendía
San Miguel (suboficial)
Fue quien lo ayudo a trepar
Lo ató así como pudo
Cual salame de Milán
Y le dio tantas cachetadas
Para que Arca no se durmiera
Que Arca estuvo ahí de preguntar
si lo habían rescatado
o estaba preso del rapaz
Hasta el mismísimo hospital
el éxito lo aclama al Picho
lo logró una vez más.
Había salvado otra vida
casi por casualidad
y el Cacha entra a la historia
de la Aviación Naval.
José Arca fue a la guerra
el Buen Señor lo bendecía,
lo guardó en sus santas manos
cuando el peligro se cernía.
la flota inglesa atacó en
en el estrecho de San Carlos,
Cacha diestro con sus armas
daño y confusión sembraba.
Con Mingo y el Loro
al Ardent lo vapulearon
estalló como artificio
en la mar lo sepultaron.
José no se conmovió
Ni celebró el resultado
Marcelo había caído
con su avión pulverizado.
Fue el blanco escogido
de un inglés terco y osado
disparando con cañones
como un desenfrenado.
Era Márquez quien volaba
a pocos metros a su lado
en el instante desgraciado
en que la gloria lo ingresaba.
Se hizo parte de la historia
en el sitial que se ha ganado
orlada inmensa memoria
Y por la Patria prohijada.
Nadie muere el día previo
aunque viva apresurado
tuvo suerte A. Philippi
su día no había llegado.
Dio aviso que su avión
había sido impactada
agregó que estaba bien
El A4? Condenado.

Invocando al Señor
Cacha ya había pensado
volar todo el canal
y al llegar al otro lado.
Desde allí cruzar el mar
perfil bajo indetectado.
pero ya tenía a un ingles
En la cola enganchado.
Disparando con cañones
destruyendo con cuidado
su brillante y lindo avión
que tanto había cuidado.
Por fortuna munición
se le agota al desgraciado
no tuvo otra triste opción
que el regreso indeseado,
Arca entonces decidió
en Puerto Argentino ser rescatado.
Por la torre de control
a su tiempo fue informado
aterrizar sería un suicidio
con su avión tan afectado.
A través de orificios
se ve el cielo encapotado
y el tren le han mutilado como
si eso fuese poco.

Eyéctese hágame el favor
no le queda otra opción,
hágalo con precaución
y tenga usted mucho cuidado.
José Arca fue a la guerra
y decisiones él tomó
se eyectó en la bahía
desde el pueblo se lo vio.

Cayó al mar muy despacito
y su lucha comenzó
el equipo con el agua
su peso multiplicó.

Se quitó todo superfluo
Para nadar con libertad
y llegar hasta la playa
sin el frio ignorar

No sabía que la playa
fue minada tiempo atrás,
para evitar el desembarco
sorpresivo de los SAS.

Bajo el cielo encapotado
un UH de Vietnam
se colgó en su vertical
para robárselo a la mar

No hubo caso con subirlo,
Mojado pesaba más
Sin el guinche de rescate
no lo iba a lograr.

Entonces Picho decidió
arriesgando mucho más
descendió hasta meter
una pata del sky
el Cacha ávido trepó
era su oportunidad,
San Miguel lo ayudo
Era un buen suboficial
no sin gran dificultad
casi el mar lo congeló.
Lo que sigue conocemos
porque lo he contado ya
con el tiempo Picho y Arca
fueron hermanos de verdad

EPILOGO
José Arca el aviador
su prestigio deslumbró,
en la guerra sus acciones
fueron oro que acuñó.
Patria altiva no olvides
entre valientes a un campeón
es capítulo en la gloria
su vida arriesgó en acción.
Argentina tu homenaje
Rinde a héroes: tu deber.
A tus hijos que conozcan
los ejemplos del ayer.
La memoria es para héroes
Y no es para vengar
De otra guerra las derrotas
En el campo militar.

  • Clíope: diosa olímpica de
    la poesía épica

** Poesía épica: es un
género el cual el poeta se queja o se lamenta por muertes o catástrofes

*** Aterrizaje forzoso cuando un avión se ve obligado a aterrizar por estar degradadas sus actitudes de vuelo.

«Canción a la Patria reunida» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Canción a la Patria Reunida
Enrique Germán Martínez marino poeta
Contraalmirante VGM

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“Unir” es el mandato convocante
de un pueblo que sus sueños postergó,
el populismo ilusionaba triunfante
mas en tres generaciones fracasó.

El futuro prometía un destino
manifiesto de grandeza a la Nación
pero errores con porfía repetidos
nos condenaron a pobreza e inflación.

Una grieta tiene al pueblo dividido
por mentes de amañada condición,
“Unir” será perfecta amalgama
que fraguará junto con reconciliación.

Hoy flamea nuevamente la esperanza
ayer perdida en los senderos del error,
un infierno íntegramente lo debemos
para siempre al populismo que imperó.

Ya las brisas de optimismo están soplando
de cuadrantes donde prima la razón,
hoy flamea nuevamente la confianza
ayer perdida entre el miedo y la traición.

Hoy al alba muchos soles han salido
a brillar sobre virtud sin corrupción,
la verdad y la justicia recobradas
en esta tierra son sagrada bendición.

Libertad haya en mi Patria soberana
la descendencia de argentino corazón
que no escoja un extranjero los caminos
prosperidad florezca en toda la Nación.

Sea Argentina heredad con señorío,
tierra ubérrima de bienes su destino,
que orgulloso bajo pliegues de su emblema
marche el pueblo hacia la gloria peregrina (1 y 2)

(1) Gloria Peregrina es una clara y directa alusión a la Marcha de la Libertad del año 1955.
(2) Gloria peregrina significado: adornado de singular belleza

«Idos y desaparecidos» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Idos y desaparecidos.
Enrique Germán Martínez
Marino poeta

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A los desaparecidos reaparecidos
para cobrar.

Desaparecido es un ente inexistente
en estado límbico intermedio
entre la vida y la muerte es un promedio,
si te falla es mal augurio fatalmente.

Si te dieran la opción sería excelente
irte a Europa y no volver por este predio;
un prolongado y saludable entremedio,
la permanencia no parece muy prudente,

Más no te vuelvas poesía en epicedio
pues este curro cobrarás seguramente.
Y si bombas detonaste muy frecuente,

es posible que un plus te den de premio.
No corras no hay motivo de apremio
Hay medio palo aunque argentina se reviente.

Epílogo
Cobró el medio palo verde en dólares cara grande
Y por la bomba en un comedor atestado, cobró un
15% por “Actividad riesgosa”.

«Náufragos» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Náufragos
Enrique Germán Martínez
Marino poeta

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El Belgrano con honor
entre glorias naufragó
con trescientos veintitrés
custodiando el pabellón

El poder era ambición
congelado el corazón.
Una líder con historia
de soberbia y sinrazón

Silencioso y al acecho
el peligro anidó,
un rapaz conquistador
cruel zarpazo le asestó.

El ataque doblegó
sin poder contrarrestar.
El abismo lo engulló
era un Señor del Mar

El valiente comandante
fue ejemplo en conducción,
último en abandonar
como es la tradición.

Bonzo quería correr
misma suerte que el bajel,
Barrionuevo persuadió
o se quedaba con él.

Disciplina y moral
era fe en la dotación
pero al abandonar
el averno comenzó.

Sin piedad los apaleó
el mar gélido polar,
aunque el viento en su bramar
cantar bravos escuchó.

Nunca nadie entenderá
qué martirio se sufrió,
hasta que en brazos marinos
a satán se los quitó.

No triunfó el invasor
ni en siglos lo hará,
sus falacias son derrotas,
victorioso es rescatar.

«Hasta la última balsa» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Hasta la última Balsa
Enrique Germán Martínez Marino Poeta

Reflexión del vicealmirante Álvaro Vásquez que era el comandante del Aviso Gurruchaga cuando rescató casi cuatrocientos náufragos. Es además quien acuñó la frasea “hasta la última balsa”, que tanto le agradecen los rescatados.
“Seguramente al expresar esa breve sentencia , que alguno de mis hombres recogió y grabó en su memoria, quise poner en evidencia la inmensa tragedia humana a la que nos enfrentábamos y el encomiable esfuerzo realizado por toda la dotación que tuvo el exitoso resultado conocido. Mi agradecimiento para ellos y todo nuestro reconocimiento a los 323 valerosos camaradas que dejaron su vida junto al Crucero Belgrano. A ellos honor y gloria eterna”.
Álvaro Vásquez
Vicealmirante (R )

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El aviso GURRUCHAGA
rescató hombres del mar,
casi fueron cuatrocientos
desafiando al temporal,
con su balsa, su coraje,
disciplina y voluntad.
Los marinos de la Patria
hoy no cesan de vivar,
al Belgrano que reposa,
en profundo mar austral.
Se fue a pique engalanado
con la guardia militar,
son 300 que custodian
el sagrado Patrio Grial.

1090 tripulantes
acataron por igual
la consigna más virtuosa
para la posteridad:
“Irse a pique sin arriar (1)
sacro pendón de su sitial”.
Gurruchaga es la memoria
de un rescate singular
con Bouchard y Piedra Buena
no dejaron en el mar
camarada abandonado
prometieron rescatar
“Hasta la última balsa” (2)
no habremos de olvidar

  1. Irse a pique antes que rendir el pabellón era la consigna más tocante del Almirante Guillermo Brown. Poetizada como “Irse a pique sin arriar sacro pendón de su sitial”.
  2. “Hasta la última balsa” fue una expresión oportuna y sincera del comandante del Aviso Gurruchaga, el hoy vicealmirante Álvaro Vásquez

«Si hubiera yo caído» por Enrique Germán Martínez marino poeta

«Si hubiera yo caído»

Enrique Germán Martínez marino poeta


A Lino Palacio (h) cuya pasión por la verdad me inspiró esta poesía

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Si hubiera yo caído en la batalla
no podrían estas letras ser leídas,
sólo serían una historia imaginaria
de pasión y sentimientos pretendida.

Si me hubiera la metralla alcanzado
mis poesías y sonetos no serían,
no podrían nunca haber sido creados,
desconocidos por completo dormirían.

No habría tachaduras ni borrones
del poeta en apreciados manuscritos,
no cantarían escolares sus canciones
hojas blancas abundarían sin escritos

Cuanto pigmento en mi paleta pretendía
Y perfección y trazos rectos en aristas,
empero el éxito no hubiera aparecido
de haber sido una baja en una lista.

Cuanta marcha y canción acompasada,
con que la banda militar desfilaría,
cuánto bronce, viento y cuerda acallaría,
la inexistencia del juglar y de su lira.

Cuantos besos a mi esposa y a mis hijos
el fragor de la batalla engulliría,
mil sonrisas y abrazos no existidos
siendo yo quien más que nadie los quería.

Cuánto ejemplo habríase creado
al calor de heroicas historias de caídos,
cuánta gloria nos han ellos heredado,
que nos hace victoriosos aun vencidos.

«Elegía» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Elegía
Enrique Germán Martínez Marino poeta

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Al regreso de la guerra he llorado,
en desconsuelo tristes lágrimas vertido,
desde el alma al evocar a mis amigos,
que custodian el profundo azul abismo.
Son los héroes que al honrar lo prometido
fueron batidos al furor de la batalla,
centinelas en ajenas lejanías,
Patrio grial al que guardan y amurallan.
Los quisiera de regreso como Ulises,
que el peligro hasta Itaca lo agobiaba
y Penélope su fiel y bella dama,
lo aguardó aunque los años le pesaban.
Los quisiera de regreso como al Cristo
que a tres días de morir resucitaba,
que regresen con sus glorias y medallas
a sus vidas que hoy perdidas son sagradas.
Ahora sé cuanto mis lágrimas suplican
no es tan sólo por mis buenos camaradas,
es por cuantos sin regreso han sucumbido
y merecen éstas lágrimas lloradas.