Si fuera un poeta de fama y renombre, cantaran mis letras compás musical, si el mundo pudiera pasiones del alma, guardar en sosiego y devotos rezar.
Agudos vocablos Y rimas inquinas, serían memorias de tiempos atrás, poemas serían angélicos himnos, benditas sus letras sólo amor y paz.
Más urden las mentes innoble objetivo intento furtivo de dominación , ciudadanos no habremos, vasallos seremos y un ramplón dirigente, de conducción incapaz.
No dejes que mienta El Foro en San Pablo, será el querellante de toda acusación, la América pobre en perpetua condena, será eterna la pena, sin redención ni perdón.
Los hijos partieron la Patria está hueca, no suenan clarines al alba brillar, no hay voces viriles Jurando banderas, no hay salvas que truenan Sol de Mayo a honrar. No hay dianas de gloria un relato es la historia, Venezuela y Cuba arquetipo a imitar. Se robaron los bienes Y escasos caudales, las reservas finales en el Banco Central.
Al fin se robaron la historia y la gloria, nos dejaron sin nada y sin libertad. No parece haber sido Pueblo tan bien nacido solo ven un camino: rogar y soñar.
Epílogo
Te daré una esperanza valiente Patriota, el albur no se agota en anunciado final. Aunque cante el profeta tuerce el brazo al destino, no le ruegues tu sino ¡muere antes de soñar!
Quiero que llegue la noche. Que se detenga el tiempo. Que se cumpla el ocaso para sentir tu cuerpo. Refugiarme en tus brazos. Descubrir el secreto. Pero sobre todo, quiero, amor mío, recuperar la mirada que hace tiempo has perdido. A.B.
Sonrisas Enrique Germán Martínez Marino poeta
Amo la luz del día, que es lumen de mi poesía. Amo el tiempo que corre tras la vida, también el ocaso que mis ojos extasían. Te amo a ti, íntegra, y de tu cuerpo tu regazo, es donde acaso, por siempre, me quedaría. Pero lo que más quisiera, es que otra vez sonrieras como antes, mi amor, lo hacías.