Mi Segundo al mando
en el viaje 33 de la Fragata Libertad
Enrique Germán Martínez Marino poeta

A Alejandro Losada
Con reconocimiento y afecto
Yo tuve un segundo comandante
era un SEÑOR con “mayúsculas bien grandes”.
Era ejemplo de nobleza y buen talante
un verdadero caballero como antes.
En su trato era respetuoso y circunspecto
nunca le oí una palabra disonante,
velaba el bienestar del tripulante
era noble, era fiel y era recto.
Un día le hice un regalo
mis estrellas de almirante retirado
esperando que fuera reivindicado
su brillar sobre sus hombros destacados.
Era el primero en promedio y en ejemplo
admirado y respetado íntegramente,
pero justicia y criterio simplemente
no eran virtudes de la autoridad “al tempo” .
No obstante almirante moralmente
lo es, en exceso y con valía
nadie de este corolario dudaría
basta con ver su grandeza y bonhomía.
Es mi amigo yo lo quiero y lo bendigo,
que sus éxitos se agolpen a sus puertas
que le lleguen por el río y por el cielo
y yo te abrazo con mi alma bien abierta.
