
Carmen y las uvas
Enrique Germán Martínez
Marino poeta


En Cafayate la uva más fina
es bendita en la mente de Dios,
en las cubas de roble confinan
el bouquet de su consagración.
Carmen es, del racimo la uva,
que no quiso ser vino o licor,
en Buenos Aires hizo su camino
y a seis nietos reparte hoy su amor.
Tan hermosa es Mia cual diosa
que se dice de Olimpo fugó,
Natasha y Tania hoy desvelan,
Y con Ayleen llamarán la atención.
Franco y Eric son dos querubines
consentidos de su corazón,
perdonados en sus travesuras
pero incapaces de una mala acción.
Carmen es melodía y orquesta,
es sonrisa que al sol despuntó
es humor, es cariño de abuela,
su abrazo es hoguera de amor.
Walter es memoria perene,
en mi mente y en mi corazón
del pelotón es el único ausente,
en mi recuerdo está rodeado de amor.
