Laura de plata Enrique Germán Martínez Marino Poeta
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A Laura, Mi hermana Olimpia
Laura, eres plata de ley acuñada en épicas lides del hockey naciente, arquera imbatible guardabas valiente la puerta a la gloria y a Olimpia ganada.
Eras clave en victoria por siempre ansiada si algoritmo es jugada, eras tú la variable. En tanto por tu alma sensible, adorable, el gran patriarca te honró prohijada.
Si Don Lope hoy te viera, en soneto cantada, con su pluma de oro escribiría indeleble, la postrera terceta de este poema loable:
“Me halaga un soneto a esta dama agraciada que es pauta, modelo y lección bien probada, mi lira le canta: tu honra es la gloria conquistada
Por Enrique Germán Martínez marino poeta sobre un texto seleccionado por mi amigo Oscar Pomponio
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No te duermas sin un sueño, de eso tú eres el dueño, cuando invaden los silencios los rincones más umbríos donde guardas pensamientos. No despiertes sin un motivo, aunque el letargo ha concluido si aun no tienes decidido qué horizontes visitar ¡y que colmen tus anhelos!!!
No te des inmerecido a quien su talla no has medido o a quien tanto haya ascendido que no alcanzas al volar. cede con grandiosidad.
No hay un día repetido, lo pasado ya es vivido, mira sólo tu camino, da a tu vida el buen sentido, en lo que quieras alcanzar.
Tú no eres “como alguien” ni eres réplica de nadie, aunque quieras imitar; se auténtico, tú puedes no te rindas sin contienda, no te habrán de avasallar.
Tu confía en quien te ama, pero sabes que cada mañana será nueva encrucijada hacia tu felicidad, piensa y lo comprenderás…
Nadie dejes de incluir cuando debas decidir, más recuerda tu raíz dónde nace tu nobleza y pronto has de recibir si pretendes ser feliz.
Reflexionando las ideas de Raúl Imposti en el día del abogado 2020
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Al principio todo fue el mar desde la agitada superficie hasta el oscuro azul profundo, pero pronto supimos que este mundo no es de quien valores sabe honrar, o los toma como el centro del asunto. Más temprano que tarde nos dijeron que procurar honestamente ante Estrados era sino y destino de los rectos, singladuras que la bruma descubriendo hizo derrota en el compás a cuatro vientos, sabiendo que debajo de escarceos arrecifes nos acechan… todo el tiempo.
Llegaron los fríos meses del invierno Y tormentas se volvieron tempestades, que llegaban desde las puertas del hades a engullirte a ti con tus verdades.
Mas valores, son de muy noble madera, no se arquea, ni se rompe ni se quiebra, se endurece con el agua que la baña y en peligro se optimiza su excelencia. Y no olvides lo que enseña al marinero, la mar desde el principio de los tiempos, con su ejemplo y su sapiencia victorioso tus virtudes flotarán en mar de leva.
Ya pasó la temporada de tormentas, huracanes o ciclones ya no cuentan Y tu proa sigue a rumbo airosa y recta.
En tu puente a tu orden sabia y diestra, la respaldan tus galones con estrellas, En noble lid las ganaste en controversias, no son albur ni el resultado de una apuesta
Reflexiones al alba Enrique German Martínez Marino poeta con ideas de Charly Verón
Momentos vividos envueltos en tiempo al alba aun despierto para recordar, regreso a esos días esquivos y eternos que hoy atesoro y no envejecerán.
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Fue breve el pasado anclado a mi mente, parecen mil años para no olvidar, el tiempo es mezquino no espera el ladino y no tiene finales, que vidas tendrán.
¿Qué son mil años? si seré siempre joven en mis reflexiones, el tiempo no está, porque es una imagen en dos dimensiones instantánea de vida principio y final.
Mi pasado es corto más interminable el futuro es promesa de lo que vendrá viviré el presente
Sin ser quien acepte injusta y parcial toda banalidad Contaré los amigos no los años vividos gozaré de la vida y su ignorada verdad.
No es aquí y ahora es lo que atesoras: virtudes y amigos no hay más que sumar. Familia es la pieza central del tesoro son mis heredades es mi oro a brillar.
Al fin de la vida seré opulento sin Banco al por ciento a la vista a cobrar.
Serán todas memorias muy largo el remito y ninguna factura, deudores no habrá en cuentas con IVA lo mejor de mi vida ni deudas ni pagos mi alma está en paz.
Espigas y esperanzas Por Enrique Germán Martínez Dedicado a Joaquín y Teresa Cañás
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Amo la tormenta y el fragor del trueno, amo la lluvia que lava el alma amo la calma, después del Pampero. Pero más que la lluvia, amo el color del cielo. También amo las nubes, que riegan mi Patria tierra adentro. Y de ella lo que más amo es cuando escampa, el aroma campero. También amo la mar profunda y sus habitantes,
sin conocerlos. Son mis anhelos, son cuanto amo son soñados sueños, mis esperanzas, y mis consuelos. Las brisas los mecen en cada trigal, erguido enhiesto, a cielo abierto. Y veo a mis hijos también mis nietos, entre sembradíos de un largo exilio… a este hogar, Volviendo!
MARINO POETA 