Hidalgos en la mar Por Enrique Germán Martínez marino poeta Canción marinera a los navegantes de la Fragata Libertad
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Los marinos de la Patria hoy se hacen a la mar, con bravura y con grandeza serán prenda de la paz.
Enfrentando al mar bravío navegando en Libertad, son hidalgos dignos hijos de la tradición de Brown.
En lejanos horizontes a su noble majestad. la República en la proa en su viaje honrará.
Sus osados tripulantes éste canto harán volar, en los vientos mas bravíos que tu jarcia vencerá.
Tu estandarte de la gloria de la historia has de tomar, La Sarmiento, la Argentina Y la Uruguay son tu heredad. Año a año en esta tierra su corazón se hace a la mar llevan lejos sus cantares a la eterna amistad.
Los marinos de la Patria hoy se hacen a la mar, con bravura y con grandeza serán prenda de la paz.
Enfrentando al mar bravío navegando en Libertad, son hidalgos dignos hijos de la tradición de Brown.
Blancas velas en el viento Es la canción que volará Hasta el cielo aunque en su intento Ruja fuerte el bravo mar
Una breve mención de las naves cuyos nombres destacan en la historia naval Argentina
Oda Épica “Ser Navío”
CAPITULO 1 “Arbolado con señorío”
Yo soy el navío, arbolado con señorío soy fragata con prestancia, el viento es mi circunstancia y el timón, mi voluntad. Las velas son mi albedrío, distancias el desafío, los horizontes son mi utopía, las olas, mi gran verdad. La mar es el pilar que a los bajeles nomina, con salobre espuma divina, virgen y bautismal. Allí, marítimo y celestial impuso nombres inmensos, qué el mundo hubo de admirar y aun lloran los vientos, por llevarlos a naufragar, desarbolados en rudo encuentro, en sus cabillas el alma aferraron y la mar los recibió en silencio en su profundo seno azulado y duermen aun sus sueños. El mandato es entonces honrar, doblemente los que triunfaron contra el fuego de baterías, y el azote del mar crispado.
Sus arboladuras enhiestas, coronadas de velámenes no cayeron de rodillas ante el ibérico león en los mares, por siglos en pie de guerra y luchando con denuedo, los navíos y sus hombres el impiadoso mar vencieron.
Yo soy un navío. humilde en su señorío, mas noble para nombrarlos, reseñando sus proezas, recitando en desagravio, por tanto olvido de hombres a maderos y blancos paños, a quien nadie agradeció por su heroísmo en sus aquellos años.
Yo soy el albedrío, Fragata por heredad, mi nombre es promesa y mandato de libertad, de Nuestro Señor que reina, Sustantivo divino, al que muchos hombres rezan, para ahuyentar pasados impíos. Recibí de temprano antaño, épicos versos y rimas, himnos a damas veleras, que el recuerdo apenas si cuida, pero el futuro cela y espera que despierte su historia dormida.
CAPITULO 2 “Irse a pique han jurado”
Tantos bosques añosos, llegaron a ser navío, cuánto bronce y acero rugieron pólvora y gritos, mucha madera y clavos, con tesón, arte y estilo, parían barcos veleros, en el mar honraban su rito recibiendo artera metralla, escupiendo fuego y castigo.
25 de mayo era insignia, de Azopardo en la escuadrilla, que enfrentó al invasor, del Paraná a sus orillas, en San Nicolás de Los Arroyos con suerte muy esquiva. La gloriosa fragata negra, en cueros habían vestido para ocultar las heridas, que en Canal del Infierno hizo con feroz ensañamiento, ochenta impactos precisos de batería impiadosa, que Brown y San Patricio acallaron con la tropa
tras el niño con su pífano.
La Veinticinco de Brown con sus pendones clavados, en sus palos volando a tope “irse a pique han jurado” a su Almirante en un grito “antes de rendir el Paño del que fueron dignos hijos.
Fragata “La Argentina” con el intrépido Bouchard al mando, el pabellón honró en confines, que aún lo recuerdan flameando y regresó de las antípodas, “temido corso”: circunnavegando!
CAPITULO 3 “Añosos bosques hundidos”
Allí donde braman los vientos, el mar anida en las cofas, el alcázar no es refugio, la nave hiende su proa, sobrevivieron en el Espora infortunados navegantes, sin sus naves ni sus artes, que en tributo al mar cedieron. En bitácoras memoriosas, naufragios que aun se lloran son añosos bosques hundidos hasta que fue el turno de la Espora, en una resaca artera quedó inmóvil su proa, sobre un lecho pétreo durmió con pena sus glorias, en isla de densas nieblas lejana, helada y traidora. No estaban solos los marinos, estaban con Luis Piedrabuena navegante de épica vida, conocedor del arte que engendra con un hacha y con astillas un barco que al viento vuela.
Ilustración Enrique Germán Martínez Marino Poeta
salvador de tantas vidas, por sus hombres se desvela. Por sus hombres desvelado “Tomó del Espora una costilla” y el “Luisito” un hermoso barco construyeron con sus manos. Desafiaron el Le Maire y navegaron muchos años, en el noble Cutter que fuera legendaria Espora de antaño. Bergantín “La Argentina efímero servicio brindado formó oficiales de guerra, hombres de mar osados. La Sarmiento a su tiempo cumplió cabal su misión mostró la Argentina al mundo cual promesa de gran Nación formando al tiempo oficiales con la hidalguía del Alte. Brown
Llegaron así los tiempos En que el viento apago el soplido Las escotas ya no tensaban los puños de blanco lino Arboladuras no enseñoreaban El orgullo de ser navío Y chimeneas expulsaban Crepitantes chispas y ruidos Aferraron así por siempre las coronas de bello estilo y las naves se arrodillaron perdiendo su porte altivo
CAPITULO 4
“Los Barcos son solidarios”
En parajes desconocidos helados y milenarios, virginales de hollar humano y de quillas que hienden tajos, en la fina piel de los mares, Agraviado por atrevido intento de alcanzar el confín negado, traicionero crispó su puño, en su cuerpo de frágil pájaro lo engulló en un trago frío un borbollón subió resoplando. Sentados en el hielo viendo absortos el espanto Nordenskjiold y sus hombres, ¡estaban abandonados! Perdido el Antartic, solos sin esperanza, Sobreviviendo cada día honrando vidas que no entregaban, sin soñar en sus pesadillas que la Argentina, en las circunstancias a solicitud del gobierno sueco dispuso la Uruguay se alistara. Porque son solidarios los bajeles con los caídos en desgracia y algunos hombres fieles a valores que los destacan. Dos años sobrevivieron Ignorando si los buscaban sabiendo en el fondo de su alma que barcos y navegantes ambos son solidarios con el caído en desgracia. Recalo Uruguay muy remozada entre algarabías en el Antártico pero ningún casco los esperaba. En su tumba profunda helada Ya era un cristal facetado Que eterno conservaría Así como lo había tallado
CAPITULO 5
“Grandeza en paz el destino”
Soy antiguo navío. Mi bauprés señala el camino, una dama nos resguarda de inesperados peligros, es República coronada, su libertad es conquista con criolla sangre derramada, el frigio emblema que ostenta erguida Y mandato es conservarla así nos fuera en ello la vida
El aparejo que nos impulsa, velamen puro y prístino, del mismo hilo que otrora unió el reino castizo. Nos desliza hacia nueva alba a la Patria y a sus hijos, grandeza en paz es el destino paciente que nos aguarda.
Serena. El paño henchido, habremos de recalar, hermanados y unidos por derroteros de honra, bajo que un cielo que nos ha ungido.
Marcha o Himno a la Armada Argentina “Herencia de Brown” por Enrique Germán Martínez Marino poeta
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Estribillo LA ESCUADRA DEL PLATA nacía con carencias y gran decisión, de alcanzar con su brazo armado libertad en la Patria extensión. Era el sueño en aquella alborada y es el mismo que anima aun hoy, late eterno en pechos vibrantes de marinos herencia de Brown.
Diecisiete de Mayo amanece, en el alba de nueva Nación, una Escuadra Naval que estremece su enemigo al rugir del cañón.
Un marino irlandés comandante, de ser libres la causa abrazó, cincuenta años luchó por la Patria Almirante Argentino murió.
Montevideo un paso a la gloria, luego el Plata al Imperio negó, al Pacífico en naves de guerra la bandera a la fama ascendió.
Fuego rasante frente a Buenos Aires, en Quilmes clavó el pabellón, y juró con sus bravos a pique llevarse consigo el honor.
A marinos de tierras lejanas a su lado la historia esculpió, pero en su corazón más valientes eran: Espora, Rosales y Brown.
LA ESCUADRA DEL PLATA nacía con carencias y gran decisión, de alcanzar con su brazo armado libertad en la Patria extensión. Era el sueño en aquella alborada y es el mismo que anima aun hoy, late eterno en pechos vibrantes de marinos herencia de Brown.
Durante la Guerra de Malvinas, mi buque estuvo fondeado en Bahía Anunciación y le comente a una persona que me había parecido un anodino lugar. Despues del estupor, esta persona, investigadora y especialista en el tema, paso a relatarme que hubo en esa ‘anodina bahia’ y cuando subi una foto satelital de las Islas dejo un emotivo mensaje a quienes tienen alguien caido en las Islas, defendiendo eso desconocido que quedó en esas aguas cristalinas y frías. Este es su comentario:
y esta es mi poetización de ese escrito que llevaba algo de consuelo a los familiares de quienes allí descansan, que en la opinión del escritor (y fotografo) español Pedro Sabalete Gil «no es un mal lugar para descansar».
POETIZACION DEL ESCRITO: «BAHIA AGRADABLE».
Me agrada pensar que
legendarios soldados
su vida entregaron
con coraje sin par,
allá en las Malvinas,
la mar cristalina
en todos los tiempos
quisieron robar.
Las guarda el recuerdo
de tantos intentos,
que irónicamente
Captain Buongainville
no quiso imitar.
Comparte con ellos
su añejo Drambuie,
que llegó mareado
en un la cala de un barco
zarpado del puerto de Brest.
Saluda a los nuestros,
el negro Simón
con su anciano violín,
Alegra los días
en la hermosa Bahía
donde es cristalina
el agua y la vida,
que lava tu herida
que honra tu honor.
En aquella Bahía
Que lleva por nombre
De la Anunciación.
Gregoria está sana
sus pulmones reclaman
mas aire insular!.
Julia es muy buena
niña de dieciseis primaveras
que de repente se fué.
Victoria, pionera:
madrina civil la primera
de todo el país,
y segunda en casarse
con su Gregro por amor
ante la autoridad
de actas de un Gobernador
que habló de amor.
Ella les canta
Desde algún lugar,
Heroica dama
muerta al luchar
por otro Gobernador defender
y a esa tierra amar.
Los viejos marinos
Fondeaban navios
Y oian en su canto
el canto del mar.
Lucharemos espalda contra espalda cuidándonos la vida uno al otro, la batalla será cruel y despiadada, no daremos ni tregua ni reposo.
En el filo de mi espada hay testimonios de estocadas violentas, mas sin odio y mi lanza convence a quienes daña, que «hay derecho y justicia con nosotros».
Lucharemos por la tierra redimida y arrancada de las garras cual despojo, a las huestes que ocuparon mansillando nuestro pueblo y su bendito territorio.
-¡¡Hoy no tomaremos prisioneros!!! ¡Sépanlo! Amantes de mil odios. Sin tregua hasta que caigan a la arena y nos rueguen suplicando entre sollozos.
Han dejado nuestra tierra arrasada, mendicante y enferma hasta el hastío, sus armas serán fundidas en arados y sus relatos condenados al olvido.
No habrá amnistía a corruptos malnacidos que han robado horizontes y esperanzas, su pueblo a la ignorancia han sometido que se extingan en el desprecio y el olvido.
Sacro paño, que al tope de un asta,flameas orgullo en el viento al soplar.Que inflamas tus pliegues color Argentino,en glorias que héroes supieron honrar.
Tu Sol de victoria que en Mayo ha nacido,que nunca la historia habrá de olvidar,con aguda mirada, en vigilia custodia, la tierra Argentina, solar de la paz.Tinieblas oscuras al límpido cielo,trajeron la noche y la hicieron reinar,obligando al emblema a mil días de duelo,flameando en la infamia de la oscuridad.Ya resuenan las voces, potentes de trueno,en altiva demanda de la libertad,sembrando esperanza en un nuevo destino,grandioso y sereno futuro de paz.EPILOGODignísima al viento habrás de flameary los libres del mundo a tus pies rendirán,cobijados en tierra de épica gloria,esperanza, progreso, unión y hermandad