Letras muertas en la mar

Por Enrique Germán Martínez

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Ilustración de Verónica Iranzo

Escribiré en los muelles grises,
donde las gaviotas callan,
mensajes de amor antiguos
con tinta de luna estancada.

Los llevará el viento quieto,
flotando sobre la escarcha,
hasta el confín del abismo
donde la palabra no acaba.

Serán canto en otras bocas,
aunque nunca sean leídas,
como salmos bajo el agua
o plegarias sumergidas.

Sin destino, sin regreso,
naufragadas en botellas,
irán versos de un marinero
cruzando auroras ajenas.

Y aunque nadie los recoja,
ni en redes ni en manos viejas,
quedarán como cenizas
de una fogata secreta.

Habrá un eco en las corrientes,
un temblor en la marea,
y un rumor en las sirenas
que recitan en la arena.

Los poemas invisibles
son escamas en la niebla,
restos de un alma errante
que a la mar su verbo entrega.

Si los ojos los buscaran,
sólo verían la espuma,
donde el verbo se disuelve
y la tinta ya no brilla.

Y así morirán sin nombre,
sin audiencia ni respuesta,
las palabras del marino,
entre olas y tormentas.