Poema premiado en el sitio Parnasus, Patria de Artistas.

Dedicada a Emilia Garcet y a la memoria de su querido padre

En Asunción su primer llanto
y sus serenos recuerdos,
niñez de zumo y azahares
naranjos al sol durmiendo.
Como flota una flor de ceibo
en el río que baja huyendo
seducido por horizontes
infinitos de mar inmenso.
Emilio trajo consigo
ilusiones que no añeja el tiempo
y en la calle de los naranjos
su niñez regresó en el viento.
Era nombre de antigua historia
3 de Febrero al novecientos
se mezclaban sus sonrisas
con memorias de amor intenso.
Allí su paso cansino
era lento y sus pensamientos
navegando aguas arriba
soñaba el hogar paterno.
En cada naranjo al alma
de azahares dejaba un rezo
y a Emilia en secreto dijo:
«mi calle es mi amor confeso»


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