Ladera de hielo
Enrique Germán Martínez Marino poeta
Dedicada a mi compañero de colegio y amigo Claudio Cabut


Te llamaron los hielos opacos eternos
desde una ladera glacial de misterio
sedujo a tu nave en engaños inciertos
Antártica isla en que hoy yaces, recuerdo.
Mil llantos dolientes de amores sinceros
familia, amigos y otros también deudos
plegarias airadas rezaron al cielo,
que quiso entre nubes volaras al riesgo.
Hoy rostros curtidos de tus compañeros
cumplidos en guerras, en riesgos y aún presos
conscientes de cierto y seguro regreso (*)
será o no lejano lo ignoran confesos.
Los años pasaron nadie salió ileso
Padres, hijos, hermanos su ladera y los hielos
en el parabrisas resignados pudieron
observar antes que se los lleve el hondo misterio.
Hoy estamos diezmados y algo dispersos
pero aún veneramos palabras y versos
Y entre todas hay una con todos los premios
En sentires de orgullo ser tu compañero
(*) Estamos conscientes que todos vamos a morir
