La tumba del Marino
Enrique Germán Martínez Marino poeta

En la tumba del marino no hay rosa alguna
ni crece entre las olas perfumada flor,
no hay un crucifijo del Cristo doliente
nunca lágrimas de olvido de un antiguo amor.
No tiene un marino siquiera el derecho
de yacer bajo azul cielo y a su alrededor
broten salvajes las flores más bellas
que honran al Señor por su creación.
El marino es distancias que nadie ha medido
horizontes olvidados en que recaló
ausencia entre puertos desconocidos
es la postal ajada donde te recordó.
El marino está hecho en un telar del cielo
y el oro que ostenta humilde en su galón
no es riqueza es el brillo que en albas puras
el sol generoso un día le regaló.
Un marino es recuerdo de los seres vivos
que aguarda su regreso y quizás murió
Que más dá, si la mar celosa lo ha engullido
O lo ha seducido con su esplendor
