Espejos (Pavor a los espejos) Enrique Germán Martínez Marino poeta
He vivido ignorando los espejos confiado de la imagen que darían, al pasar en efímero trayecto frente a un reflejo fuera noche o mediodía. Pero supe de al menos dos poetas Poe y Borges el horror han conocido del extraño maleficio prisioneros y ante el cristal impenetrable sucumbieron, donde empieza y termina inhabitable el traslúcido hogar en que vivieron. Nadie explica este extraño maleficio de la luz que con sarcasmo se duplica. ellos decían que tu cara magnifica diferencias de un día al siguiente, vas perdiendo lozanía y tu mirada cuando viejo no podrás reconocerte. Al cumplir los veinticinco ya veía que mi frente con el tiempo se ensanchaba algún cabello blanco, terco e inocente que volvía, aunque prolijo lo cortaba. Culpé al espejo que sutil me acechaba, lo quité y al poco tiempo no caía el mechón que yo peinaba displicente, acariciaba mis pestañas y volvía, con un gesto de disgusto adolescente. Ni un solo espejo había en mis estancias, ni superficie reflectante y pulida, no sonreía cada vez que lo veía al viejo calvo que a sus nietos disfrutaba. Viéndolo, de su futuro se mofaba, feliz cada minuto del presente, a espejos y a la muerte indiferente, comprendí que el privilegio es ser nacido y vivir como si fuera a cada instante, el último minuto de tu vida.
Eres tan hermosa Enrique Germán Martínez Marino poeta
escanear para escuchar recitado por marino poeta
Eres tan hermosa como mis memorias de las cosas bellas, que he visto brillar, y suspirado también por ellas, sabiendo que no las vería más. Eres el pasado y presente que quiero recordar, eternamente, olvidando lo demás lo vano, lo superfluo, lo triste y lo falaz. Quiero que seas mi verdad, que vino a quedarse a mi cobijo para siempre, y no irse nunca más. Anida dentro de mi corazón, donde no llega la razón. Tu belleza en dulce paz conmigo acompasada hasta el fin de los tiempos latirá