«Mares azules» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Mares azules
Enrique Germán Martínez
Marino poeta

Dedicada al mi comandante
En la Corbeta Espora 1983- 1986

Escanear para escuchar recitado por el autor

Quisiera volver
hacia atrás en las horas
a tiempos
de mares azules
de ayer,
honrar con poesías
de épicos versos
a quienes cumplían
valiente deber.
Brincar en las olas
escribir poesía
nacida a instantes
de su acaecer,
honrando a quienes
ejemplos mediante
marcaron caminos
mañana o ayer.
Entre ellos saliente
un hombre intachable
ejemplo palpable
que no he vuelto a ver,
sólo él me inspiró
en complejas jornadas
cómo decidirme
o qué habría de hacer.
Hoy en poesías
agradezco a este hombre
que fue comandante
Y legado de honor
no digo su nombre
humildad ofendería
nunca olvidaría
Porque me cautivó.
Lo que más yo recuerdo
en jornadas postreras
tanto en la carrera
como a continuación,
es sagrada sentencia
donde guardó toda ciencia
por eso admiro
a Espora y a usted.

MAS HERIDAS EN EL CUERPO
QUE GRADOS EN EL UNIFORME

«El alba de los pájaros» por Enrique Germán Martínez marino poeta

El alba de los pájaros
Enrique Germán Martínez

Poetizando ideas de Verónica Martín

escanear para escuchar recitado por el autor

El alba naciente crece
mientras el trinar
de las aves
se desvanece
ante el calor agobiante
y el chirrido avasallante,
vulgar
de la chicharra.
En la tranquera
monta guardia
un par de teros,
en tanto un grupo,
de benteveos
hasta el hartazgo
reitera
que bicho feo será
algún pájaro desplumado
de la pradera,
o el hornero o la calandria,
el primero
porque no canta,
solo anuncia que
que construyó su casa,
Y la calandria
Porque da envidia
su partitura y su melodía
y el silencio en que la escuchan
hasta la chicharra.

«Alma de mar» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Alma de mar
Enrique Germán Martínez Marino poeta

A Isabel de Arriba
2023

Escanear para escuchar recitado por el autor

Se flagelan eternas las olas
en marplatenses espigones
brama el mar
en el roquedal
oculto en viejas
incrustaciones
Es el espejo
de aguas seguras
donde Isabel
navega cantando,
ciñendo al límite
de sus sueños,
sus esperanzas
van derivando.
Cazando escotas
al viento fresco
y con las rachas
teniendo cuidado
son esporádicos
resoplidos
de ancianos vientos
que ya están cansados.
A Isa la fanatiza
navegar al filo
de la bolina
no permite al viento imperante
el gualdrapeo
en su andar galante.
Al límite de su ceñida
barloventea
a sus contrincantes.
Y al cruzar la meta
Isa victoriosa
Ve un horizonte
que no ha visto antes.
Desde antiguos cielos
con azules mares
Recibe el llamado
de su linaje.
Son los genes
de su abolengo
llorando horizontes
Que no han visitado.

Epílogo
No es promesa,
es recordatorio del mar surcado por tus ancestros,
es libro abierto
para llenar
con tu vida
Y sus acaecimientos.