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Fui marino durante 40 años y Consultor de RRHH. Algún día me alcanzará un horizonte inimaginado. Lo esperaré en el centro de mis poesías.

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Nany y Juan.

Viento aun enamorado

En playas con pinos que el viento recuerda
Y son la herida que lo hace bramar,
Cuando vagabundea en arenas desiertas
Que borrar no han querido sus huellas jamás.
Su voz aún resuena en ecos lejanos
Que disputan los médanos por atesorar,
La risa feliz de los años pasados
que no pudo apagar el murmullo del mar.
El sol aún recuerda sus ojos orlados
de finas pestañas que en dulce mirar,
al astro obligaban a bajar su mirada.
Haciéndole sombra en un pestañear.
Su cuerpo cobrizo en ese verano.
que un poeta en versos no supo rimar,
aún intenta un poema que apasionado
pudiera a tan bella mujer retratar.

Dos poemas unidos por el mismo sueño
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He soñado que soñaba…
porque no sueño contigo.
Te sueño tanto de día
que de noche estoy rendido.
He soñado que soñaba
con tu amor cada mañana
y que contigo vivía como un príncipe
y su hada.
He soñado que soñaba
entre las nubes volar
y que había un paraíso
donde yo te iba adorar.
He soñado que soñaba
que te entregabas a mí
y yo era en este mundo
el más rico y más feliz.
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Nunca me detuve a soñar,
intensamente he vivido,
la aventura del mágico sueño
de caminar la vida contigo.
He amado tu sereno amor
sin claudicar jamás me he rendido,
he superado proezas épicas
para ascender a tu paraíso.
Cada día al morir el sol,
mi mejor sueño había nacido
a tu lado sin parpadear
nuestro fuego hasta el estío.


l encontrarse nuestros caminos
tembló mi alma en confuso afán.
Sin esperanzas es mi destino:
saberte lejos y nada más.
Nunca dijiste si es primavera
en alguna rosa de tu rosal,
o mi alma tenga sutil manera
de no estar lejos y nada más.
Mueren rosas, en cada día,
raíces secas perdurarán,
y con secreta melancolía
sabré ser rosa, no en tu rosal.








Enrique Germán Martínez marino poeta

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No es su culpa,
su orgullo insano,
seguro conocen
charadas de espanto
Mientras reflejando
no digan nada
y su paradoja
siga funcionando.
Que engañen palabras
distorsionadas…
En su bruñida,
pero astillada,
caleidoscópica,
cara plateada.

«Un hada en mis sueños»
Enrique Germán Martínez marino poeta




Cuando leo tus letras estoy a tu lado,
llenan de pasión a mi asombro extasiado
lloro tus poemas, tus sueños encarno,
son prosas sin dueños sin presente o pasado.
Siempre a tu lado soy dulce doncella,
no tengas temores soy dama resuelta.
Y te guardare de peligros inciertos.
sabré tus ideas enormes y buenas
te haré una sonrisa, alisare tus cabellos
tan suaves y finos en figura aun esbelta,
sufriendo el castigo de la naturaleza.
Los años que quedan no pierdas el tiempo
escribe tus letras en todo momento
que algo de ti quede por y para siempre
y sentir tu calor en los fríos inviernos
Sabré que en el fondo tu si me quisiste
entre letras hermosa y fríos filos
sangraba en ellos y tu no veías
que solo por ti es que yo viviría.
Tardaste en decirlo, escribiste tardío,
le diste a mi vida la luz y su brillo,
y aunque tu cabello ya no acaricio
mis dedos guardaron memoria precisa.
Hoy eres lucero enorme en mi cielo
que puso rumbo a todo el firmamento,
y te siguen estelas fulgurantes de estrellas
que irán sin dudarlo al confín de universo.

«Libre albedrío»
Enrique Germán Martínez marino poeta
Dedicada a Milagros Mejia a quien le gusta y resuelve este género con elegancia.-

Un encuentro discreto así fue cada vez
por muy largos años sin verse después
sus mentes jugaban recuerdos de ayer
que nunca llegaban a ser lo que es.
Un día en que el alma quedó a flor de piel
y los sentimientos rociaron su miel
podría haber sido un siglo después
o treinta años antes sin poder sorprender
la joven miraba y amaba al ver
el la quería y no podía ser,
pero ambos soñaban un día saber
lo que añoraban como habría de ser.
Elegante y radiante, hermosa mujer,
ni poco o mucho a ganar ni a perder
un mail la seduce palabras que ayer
hubieran estallado en todo su ser.
Fue un largo deshielo de intenso placer
con gotas perlando sus cuerpos mecer
sus labios murmuran las frases de ayer
diez lustros tuvieron para componer.
Toda el ansia eterna contenida en su ser
al libre albedrío dejarán escoger,
Y cayeron los velos de rodillas a sus pies
ya sin atavíos entonces se ven,
entienden que siempre pudieron tener
privilegio secreto de fundirse en un ser.
Ondular de cariño, de pasión o placer,
estallar en suspiros o en risas después
vibrando sus cuerpos al ritmo de ayer
en cada recuerdo crispando su piel
en cada suspiro perlando una gema,
sudor en diadema es tesoro a esconder.
No dejarán ir en el atardecer,
de vidas hermosas un desafío a vencer,
custodiarán el amor o lo que haya de él,
si no es amor es deseo y placer.
Si tampoco fuera, será intriga e interés.
Pero siempre habrá un rescoldo, cenizas de a dos,
en cada deshielo tardío o precoz,
porque aun en los años de nieves sin sol
aun cuando no hubo rescoldo y calor
Ni deshielo, deseo, suspiro o pasión
siempre hubo, les creo…
Un sincero amor.



Ella era para él,
distancia y lejanía,
ausencia ajena,
esperanza impía,
La verdad prohibida,
belleza encontrada
en imposibles sueños,
realidad callada,
que se desvanece en un suave pestañeo
con el despertar del alba

Él era para ella,
inusual sorpresa
de refinado estilo
y suaves sutilezas
de picante brillo
en su picaresca,
noble y desprendido
en atildado gesto
A ella superaba
Mas de tres bisiestos
Pero aceleraba
su corazón dispuesto
el rubor en sus mejillas era inocente gesto
que nunca había tenido en su corazón un secreto.
