Recuerdos que aguardan,
un largo esperar.
Bajo escombros del tiempo
la habrás de encontrar,
sedienta y ansiosa
sus negros cabellos
brillando al deseo,
de aquel tiempo atrás.
Mecían sus cuerpos
en oleajes fogosos
flotando en el aire
con leve pasión,
ondulantes, brillantes
triunfantes por siempre
estallaban sus ansias
en instantes sin tiempo
con mentido amor.
Sus vidas sin dueño,
en la lid del deseo
flotan ahora tranquilas
con mansa ilusión.
Se mecen piadosos
de heridas impías
que acaso la vida
agradece y porfía,
en excusa perfecta
que honra sus días
y reza un perdón.
Muy bueno
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