Tango sin más
Enrique Germán Martínez Marino poeta


A mi hija Eugenia que es profesora de tango.
Sumido profundo en mis pensamientos
revivo los sueños que no he de olvidar
a ritmo de tango quizás de Darienzo
en un dos por cuatro, viruta y compás.
No hay un cabeceo ni un dulce abrazo
ni pasos girando en rondas ya más
no vibran orquestas violines llorando
ni Julio de Caro a Boedo cantar.
Es triste silencio de valses y tangos
la falda del tajo apolilla el placard
no he visto claveles, guardé los tamangos,
el negro y el blanco son luto y pesar.
Pero hay esperanza en la tecnología
percanta decía ella enseña a bailar
en alegres videos muy dulces y amenos
nos lleva a milonga virtual a girar.
Ya vuelven los tacos la flor en el saco
la fina viruta comienza a volar
a tu cabeceo me acerco a la pista
en suave abrazo mas desde mi hogar
No llores otario, no gimas papusa
un día el virus podrán vacunar
y en grandes salones, en bares y fondas
valses y milongas GOTAN VOLVERÁ!
