«Soneto a una flor»
Por Enrique Germán Martínez marino poeta
El viejo no se explicaba
porque porfiaba la viejecita
en coser una florcita
en su calzón negro de organza.
Se hinchó el viejo de valor
y balbuceando le fue a decir
a quién va usted a seducir
cosiendo a su calzón una flor?
Dijo ella: al morir el pajarito
yo vivía sollozando
lo extrañé al pequeñito
Hice luto en calzón largo
la flor es para recordarlo
de pie en mi jardín al señorito