Tengo un amigo querido Uruguayo
almirante y cual pocos de gran señorío,
honorable sincero lo alabo y glorío
quisiera imitarlo y aun ser su tocayo.
Fue su cumplaños y mi floja memoria
no me dio aviso y pecado cometo,
haber recordado le haria un soneto
en palabras de afecto y no exculpatorias.
Ahora es tiempo de hincar la rodilla
lo haré cuanto antes, no hay escapatoria
aunque esté del Plata en la otra orilla
Es un caballero de virtudes notorias
sabrá perdonar y no habrá una rencilla
mas nunca olvides algo así en tu historia.
