CARTA A ANAHÍ
DE SU ABUELO ENRIQUE GERMÁN MARTÍNEZ MARINO POETA

Querida Anahí, mi pequeña y dulce nieta.
Aunque aún no nos hemos conocido personalmente quise decirte que con Marielina, que llevaba poco equipaje, te he enviado una tonelada de cariño. Que muchos dicen que no existe y otros que no pesa nada. Algún día te contaré que no es así. Si arreglas el envío antes con los duendes, ellos sostienen lo vos mandas mientras pasa por la balanza, y no lo detectan cuando pasan las valijas. Y está moralmente bien que así sea. Porque el cariño no se compra, ni se vende, ni se pesa solo se regala o se recibe. Lo sentís cuando te llega al corazón, como un perfume que sólo lo huele el alma.
Te quería contar otra cosa relativa a nosotros dos. Por algo que hicimos juntos desde el principio. Yo creo que vas a ser una persona muy querida y muy exitosa porque tu nombre cantarino y amoroso está en boca de los poetas y escritores de habla castellana por todo el mundo, sorprendidos y halagados de las palabras y sentimientos bellos que podes inspirar en los demás, con que solo se enteren de tu pequeñita y gran existencia.
Luces como el amoroso recuerdo en las fotos en que te vi, empujaron mi lapicera y letra tras letra compusieron este poema-canción a los pétalos del ceibo. Esa poesía la están leyendo muchos otros poetas y decidieron que es la segunda poesía más hermosa entre todas y así lo escribieron en ese cuadro de honor del que te mando una foto. Porque “Pétalos de ceibo”, es la flor de todas las Anahí, y Anahí sos vos.
Es relativo a nosotros dos porque todos creen que yo me siento frente a una hoja en blanco y escribo de corrido lo que se me ocurre. Pero no es así. Tanto para volar como para escribir necesitas tener un “pensamiento feliz” que llene de emoción hasta que te hace llorar a mares, pero no de tristeza, sino de cariño o de amor y que a los minutos te estás riendo a carcajadas de alegría y no sabes porque.
Bueno eso es tener un pensamiento feliz que te impulsa a volar como Peter Pan o a escribir relatos sobre cosas hermosas o sobre gente buena.
Y lo último que te quería decir, es que “vos sos mi pensamiento feliz” que encendió una luz brillante e iluminó todo el abecedario para que yo pudiera escribir esas frases que te honran y que tanto han gustado a otras personas que ven y viven la vida igual que yo. Así que, te mando tu poesía( seguro que alguien te leerá varias veces y decime si te gustó).
Espero que si. Te quiero mucho Anahí y no te olvides que sos mi pensamiento feliz.
Mi firma es esta flor de ceibo
Tu abuelo, Enrique el Marino poeta.
