Poseído por las letras
Enrique Germán Martínez Marino poeta

Yo quise ser un gran poeta
en el mundo de las letras,
para escribir palabras inmensas, apretadas o sueltas.
Unas me ceñían,
otras me iban huelgas,
todas pugnaban por salir,
prestas de mi lapicera.
Un día escaparon todas
de mi pluma de oro más vieja:
y solas se escribieron
en mi ajada antigua libreta.
Eran sólo tinta e ideas
más no eran aun poemas,
mientras yo me soñaba en ferias
firmando hasta bibliotecas.
Y eran letras bellas…
lloraba con sólo verlas
yo que las tuve presas,
en la tinta que no escribiera.
Cuánto tiempo perdido
hechas tintas y no letras
Releía irreconocible verba,
renovada y tan moderna,
Inexplicable hubiera escrito
con tal desenfado
y lenguaje abierto.
Pero casi sin darse cuenta
se adueñaba
lo nuevo en sigilo
de mis más íntimas ideas.
Ahora era un consagrado,
soberbio monstruo sagrado del pensamiento despojado,
gigantescas son hoy mis letras…
mas quisiera volver a ser
pequeño como era antes.
Como hoy ya mi alma ruega
Y en su insistir, impetra incesante.
