Reflexiones a la medianoche
Inspiradas por Charlie Verón
Redacción Enrique Germán Martínez Marino poeta

Discurren las horas
quemando el pabilo,
delgado es el hilo
de la continuidad,
el sebo que fluye
y escapa a la flama,
será en filigrana
donde has de guardar,
residuos de historias,
recuerdos, memorias,
de las medianoches
sin sueño a soñar.
Son horas cansadas
que en las madrugadas,
entre dormido y despierto
un duende verás.
Quizás sea un elfo
que tus poesías,
otras noches y días
ya vino a dictar.
Déjalo que recite
si te niegas te insiste,
verdad sin dobleces
te hará escuchar.
Serán de tu vida
horas escogidas,
en fieles colores
paleta real.
Como esta sentencia
que tú has afirmado
y muy de acuerdo
te voy a recordar:
“Sólo cuento las horas,
ni años ni días,
las noches dormidas
enteras y en paz.”
Contar años es vano,
a ti mismo es engaño,
es creer que la vida
no tiene un final.
Si discrepas de hartazgo
dilo claro a destajo
a quien sea ¡al carajo!
mándalo a pastorear
Si se acerca a tu mano
sea cerveza o habano,
te lo fumas y tomas
y si no es sano… da igual!
Seré cauto a futuro
guardaré horas valiosas,
cual tesoro en memorias
donde pueda encontrar.
Compartirlo de viejo,
sino guardas memoria,
es superfluo, no historia,
no exististe en verdad.
Disfrutar con amigos,
saborearlo y rumiarlo,
es conocer sin decirlo
y quererse, además.
Me siento libre y a rumbo
peinando las crestas
adonde y si llego,
no me va a importar.
Es sólo el camino
mi mayor incentivo,
Es mi felicidad
el poder disfrutar.
Con esto mi elfo
ha salido airoso,
fue bien memorioso
y verás por demás.
Ya puedes reírte,
el sarcasmo evita,
la ironía incita
a la estupidez.
Pero esta es mi vida
¡carajo, respeto!
si te ríes prometo
llorarás por igual.
