

Violeta, peninsular,
de ibérica nobleza,
de linaje antiguo
Cuando la historia comienza.
Armas en tu escudo
de épica grandeza,
campos de azur y gules,
sangre con realeza.
Memoria honorable
de valientes destrezas,
historias que aun palpitan
de amores y guerras,
estelas de señorío
entre Flandes y Almudévar.
heredad de valientes,
que sus tesoros dejan.
Inmortales que mueren
en lechos sin pureza,
y permanece su herencia
en ti, mujer perfecta.
Violeta peninsular
castellana e ibérica
te amo con el amor,
ardiente de las Américas,
fogoso y polvoriento
rebelde, sin reverencias.
Sin modales corteses
de gentes que se respetan.
Provoca en tus noches
sueños de pampas abiertas,
febril instinto salvaje
de yacer bajo las estrellas,
libre de viejos palacios
sin sentir alguna vergüenza.
Olvidar encajes y sedas
soñar mil noches despierta,
sin regresar ya nunca
a la heroica meseta.
Traer hijos al mundo
en esta llanura eterna
Y dejar sangre e historia
Como abono de esta tierra.
NOTA: Jerónimo Zurita, en sus Anales de la Corona de Aragón, refiere que Alfonso I y sus huestes «partieron para el lugar de Almudévar que tenían los moros muy defendido y fuerte… El mismo día que llegaron poniéndose la gente que dentro había en defensa, le combatieron y entraron por fuerza y fueron los moros llevados a cuchillo por mayor espanto de los que no se querían dar y confiaban en la fuerza de los castillos y lugares fuertes»
Un magnifico poema historico, de noblezas, heredades, y amores a veces contrariados y destiempo entre los americanos en tiempos de conquista, colonias donde los laureles dle viejo continente se marchitaban al llegar a costas americanas. Simplemnte hermoso.
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Uno de los mas bellos poemas de amor, que evocan tiempos pasados, heredades de majestades pesadas como yunques, noblezas y señorios herrumbrosos, contrapuesto a la inmensidad de America y sus pasiones que hicieron que se poblara nuestro continenete,
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