Cayendo la tarde
el cielo se oxida
colores rojizos,
en paleta divina,
arreboles de ocaso
en cielo encendido,
presagios de calma
agradece el marino. Seguir leyendo «La Nao «Madre de Dios». Capítulo Tres.»

Fui marino durante 40 años y Consultor de RRHH. Algún día me alcanzará un horizonte inimaginado. Lo esperaré en el centro de mis poesías.
Cayendo la tarde
el cielo se oxida
colores rojizos,
en paleta divina,
arreboles de ocaso
en cielo encendido,
presagios de calma
agradece el marino. Seguir leyendo «La Nao «Madre de Dios». Capítulo Tres.»