«Embrujo»
Por Enrique German Martínez marino poeta

Nunca bajarías a tierra,
así la azotaran tormentas,
te harías bautizos de espuma
con olas que rompen sus crestas,
serían embrujos eternos
y promesas ante lunas llenas.
Erguida audaz en los topes,
de su jarcia galante y enhiesta,
si fueras petrel, en penoles
dormirías las tardes de siesta,
mecida por suaves mareas
y nieblas que esfuman dispersas,
cual plumas del ave que sueña,
y dejaran tu cuerpo desnudo
a la vista de un manto de estrellas,
fulgurando ante tanta belleza
te acarician con manos abiertas.
El doblón de plata que observa
refulge en la noche serena
y su imagen que olvida flotando
le destella a tu amor en la estela
hasta tanto tu estampa lejana
amanezca en gloriosa alba nueva.
Con un sol que tan sólo brillara
por dar luz a tu absorta belleza,
que amanece y enciende pasiones
sin ocaso hasta nacer una estrella.