«Memorias de Don Germán» por Enrique Germán Martínez marino poeta

«Memorias de Don Germán»

Por Enrique Germán Martínez Marino poeta
Para Raquel en su cumpleaños 70

Recuerdas Raquel que feliz la niñez?
Aún cuando cierro los ojos
escucho las olas del mar,
esas que cuando era niño
me invitaban a desafiar
y el viento entre las ramas
de las lambersianas en Don Germán,
en la noche eran melodía
de fantasías para soñar.
Éramos cuatro hermanos
en Mar del Plata al recalar
en un suburbio
de Bosque Alegre,
camino al gaucho
fue nuestro hogar,
hadas y duendes aun me inspiran
misterios que no he vuelto a ver igual.

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Recuerdas Raquel qué feliz la niñez?
Con 27 velas al viento
nuestro padre se iba en la Libertad
partió ciñendo su vida
hasta que se hubo de retirar.
En tanto se iba Isolina,
casi en puntas de pie era su andar
silenciosa y tímida, hoy brilla
lucero en los cielos, imposible olvidar.
Así por ausencia y la ley militar,
fuiste la “más antigua”
a quien habíamos de respetar
Y creí  toda mi vida
en ese honor patriarcal.
Así se fue nuestra niñez
con Julio Verne para pensar,
con Salgari en las aventuras,
y Susy para suspirar
los Maristas para rezar
y las Adoratrices
asiladas en su loma ancestral

Recuerdas Raquel qué feliz la niñez?
Aún cuando cierro los ojos
escucho las olas del mar,
eternas me seguirán llamando
aunque ya nunca he de regresar.
Y aun cuando hayamos vivido
todo cuanto pudimos soñar
alcanzamos muy altas estrellas
que pocos en su vida lo harán,
es nuestro derecho inmanente
en la vida, ir siempre por más.
Hoy que cumples tus 70 años
toma mi mano una vez más
y dime igual que de niños
a tres hermanos voy a cuidar.
Feliz cumpleaños y un ramo de versos
es cuanto te habré yo de dar,
mis rimas hechas poemas,
que fluyen tan solo de amar
y que la vida otro tanto te entregue
en horizontes aun por llegar.

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«La escuadra del Comodoro Luis Py en la Ria de Santa Cruz levantando un asentamiento ilegal»

Cuando mi padre era capitán de navío le tocó celebrar los 100 años del centro naval. Allí ensalzó la figura de su fundador Santiago de Albarracín , su nieto estaba tan agradecido por ese reconocimiento que le regaló a mi padre, la postal de esta pintura. Representa el momento en que la flota del Comodoro Luis Py al mando de la bombardera Constitución , el monitor Los Andes y la Corbeta Uruguay fueron a la Ria de Santa Cruz a levantar un asentamiento ilegal extranjero establecido en tierras argentinas. Algunos oficiales registraron el momento pintando los buques . En el centro naval se encuentra otra pintura como esta casi idéntica pero pintada por otra persona.

«Soneto crepuscular» por Enrique Germán martínez marino poeta

«Soneto crepuscular«

Escanear para escuchar recitado por el autor

Un día yo quisiera descansar

en el azul profundo de los mares,

en silencio, sin himnos ni cantares,

olvidado del terreno trajinar.

Recordar mis pasiones y amores,

en brillantes y radiosos mediodías de mi vida

que inspiraron mis rimas escogidas

y cantaron juglares y trovadores.

En profunda soledad escribiría

un soneto con excelso predicado.

Lo sublime de mi vida cantaría

no con hechos, sólo su significado.

De lograrlo a los ángeles diría: ¡Llevadme ante el Señor, me he confesado!

«Ceremonia ARA Bouchard» por Enrique Germán Martínez marino poeta

MIS PALABRAS FUERON LEÍDAS POR EL OFICIAL DE CEREMONIA

Sólo quiero expresar mi agradecimiento a la Armada toda en la persona del señor jefe de Estado Mayor almirante Villán, por haberle dado acogida a las canciones de mi autoría con música del señor Guillermo Wehman, dedicadas a Guillermo Brown, a Hipólito Bouchard, al batallón 5, al Crucero Belgrano y otras más y haberles dado ritmo de marcha militar para ensalzar la vida de nuestros Héroes y nuestro pasado.
Y como en este momento mi sentimiento está presente en los entrepuentes del ARA BOUCHARD quiero agradecer al señor comandante por haber recibido mis pinturas y darles un lugar a bordo desde el cual yo pueda formar parte, junto con ustedes, de esta maravillosa aventura que es la armada.
La contratapa de mi libro Mar es Poesía dice:
en la Marina he atesorado
cuanto tengo, soy y valgo
yo le decía “te di mi vida”
ella respondía “estamos a mano”.
Satisfacciones por doquier
envueltas en afecto llegaron
reconocido por superiores.
pares y subordinados
o Dios que sigan conmigo
en la hacienda de flores que me has trazado.
Sólo me queda repetir como despedida los dos últimos versos:
“ o Dios sigan ustedes conmigo en la senda de flores que el señor me ha trazado”