«El ángel del glaciar» por Enrique Germán Martínez marino poeta

El Ángel del glaciar
Enrique Germán Martínez Marino poeta

HOMENAJE A MI AMIGO AVIADOR NAVAL CLAUDIO MARIA CABUT

Cuando ingresé a segundo grado del colegio primario en los Hermanos Maristas de Mar del Plata creo que en 1959 lo conocí a Claudio Cabut.
Era un muchacho sumamente simpático, cariñoso y muy buen amigo.
Nos hicimos grandes amigos,ingresamos juntos a la Escuela Naval, egresamos juntos de la escuela naval e hicimos juntos el viaje de instrucción por el mundo.
Pero luego él partió para la Escuela de Aviación Naval, soñaba con ser aviador naval.
Dos o tres años después el año 1976, teníamos 25 años, él fue designado para hacer unos vuelos de reconocimiento glaciológico por el Mar Weddel para dar seguridad a los buques de la Campaña Antártica.
En la infortunada aeronavegación a la Antártida el avión 2P103 de la Armada se estrelló contra la montaña de la isla Livingston y murió toda la tripulación entre ellos mi gran amigo Claudio María Cabut.
44 años después ya almirante retirado y veterano de guerra me encuentro todos los días cara a cara con mis recuerdos y 44 ha dejado de ser un número y ha pasado a ser otro altar de la gloria para los valientes submarinistas que entregaron su vida con honor después de ser las Fuerzas Armadas victimas del abandono y la desfinanciación presupuestaria durante treinta años.
El 15 de septiembre fue el 44 aniversario del penoso accidente del avión Neptune.
Aun lo hecho de menos a Claudio y me pareció oportuno que mis amigos y conocidos sepan de éste sentimiento que aun me acongoja.

HOMENAJE A LA TRIPULACION DEL NEPTUNE 2-P-103

44 años del accidente. (Archipiélago Shetland del Sur, Isla Livingston, punta Barnard)

RECORDAMOS AL TENIENTE DE CORBETA CLAUDIO CABUT.

Los integrantes del Instituto Aeronaval Delegación Mar del Plata, queremos recordar a toda la tripulación y en particular a quien fue hijo de esta ciudad; les propongo un ejercicio mental que nos permita conocer un poco más la tarea que Claudio Cabut desarrollaba en esa numerosa tripulación, como tal, era fundamental el trabajo en equipo y donde cada uno era un engranaje de un sistema complejo de información, evaluación, análisis y toma de decisión. La meteorología, las comunicaciones, los sensores, el avión y la tripulación forman parte de una compleja ecuación donde son más las variables que las constantes.
Claudio debía contemplar factores como la velocidad, el tiempo, la distancia, el viento, la altura y la autonomía, para volcarlos sobre una carta náutica, mediante el uso de un buen lápiz 2B, reglas paralelas y un compás de puntas secas, manteniendo actualizada la posición de la aeronave. Muy diferente a lo que hoy estamos acostumbrados; a la precisión y simplicidad de un sistema de navegación satelital.
Se perdió una tripulación completa que estaba preparada para la misión y esto nos recuerda que nuestra actividad es de riesgo y en consecuencia lo que decidimos diariamente es: cuál es el nivel de riesgo que debemos asumir en cada acción.
A través del Instituto Aeronaval queremos recordar a quienes dieron todo por cumplir la misión de la Armada. Hagamos de su recuerdo un compromiso y la inspiración para quienes continúan surcando los mismos cielos.
LO DIERON TODO, EN SU VUELO FINAL Y ESTARÁN SIEMPRE EN NUESTRA MEMORIA.


A los Hermanos Maristas que me enseñaron a rezar, a pensar y a progresar.
A Claudio Cabut quien vivió una intensa pero corta felicidad
A la tripulación del 2P103 que reposa en la gloria de los valientes

escanear para escuchar recitado por marino poeta

Rotores de Neptune en lo alto del Weddell
murmuran entre ellos su creciente ansiedad,
infinita helicoide cortaban perfecta
por miles de leguas, maestría al volar.

Su alma de fibra al carbono se inquieta
algún algoritmo no logra integrar.
El rumbo, la SOA, altura en bares
no había otros medios para contrastar,

Su piel les decía que no coincidía
la altura en bares dos veces la real.
De pronto sorpresa estalla en cabina
montaña que al frente bloqueó sin piedad.

Cualquier reacción ante la emergencia
que adopte un piloto diestro y eficaz,
sea giro o ascenso que la nave intente
está fuera de límites de agilidad.

¡Máxima potencia y perfiles de ascenso!
así se reacciona y superfluo es pensar,
miradas se cruzan rezando en silencio
la nave ya duerme en el alto glaciar.

De nieve muy blanda y suave almohada
el Ángel les puso con santa piedad,
e himnos de gloria un coro entonaba
en un cielo que honraba valientes llegar.

La historia hoy guarda en laureadas memorias
la épica gloria que supo alcanzar
2P103 con valor en la entrega
brillarán sus estrellas toda la eternidad.

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