«Honra sin tiempo» Enrique Germán Martínez,Marino poeta.

Honra sin tiempo

Dedicado a la plana mayor de la fragata Libertad, viaje 33, año 1999

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Yo fui el comandante de un barco velero,
el último año del segundo milenio.
Mis hombres forjados en fragua de acero
y pulidos en frío con brillo espejo.

Doy gracias al cielo, mi padre y a su tiempo.
Fue su capitán domador de los vientos,
herencia de honor que aún hoy le agradezco.
Desde mi niñez fue mi ambición en secreto.

Felices historias de ido pretérito,
me llevan a días que añoro eternos.
Conserva memoria, mis hombres de hierro,
esculpen los sueños que son su recuerdo.

A esos amigos les doy mi respeto,
valioso tesoro honor sin precio.
Que son mis gladiadores corte de reyes,
queridos amigos, son vuestros los versos.

Marino Poeta

Diseño e ilustración: Veronica Iranzo

«Brumas del tiempo, por Enrique Germán Martínez, marino poeta.»

Brumas del tiempo

Por Enrique Germán Martínez, marino poeta

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Con ojos tristes, vacíos, como las brumas del tiempo,
el alma despiezada en irreparables fragmentos,
por caminos recorridos, cansados y polvorientos,
fueron años peregrinando. Dije, ¿años o eran bisiestos?

¿Dónde está tu familia, ausente todo este tiempo?
No imaginaste el epílogo, tu mundo roto y disperso,
tu familia imploraba por niños propios y ajenos
¿cuánto hace que tu foto es el altar de tus muertos?

Inmigrante peregrino, tu viaje fue un desconsuelo
en todos tus remansos te expulsaron y al poco tiempo
no pierdas las esperanzas tu viaje podrá ser largo y el camino polvoriento
pero algún día hallarás una generosa mano abierta
y un corazón abierto siempre bien dispuesto.

Brumas del tiempo

Imagen y diseño – Verónica Iranzo

«Rescate en isla Borbón o las cinco puertas del Averno» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Rescate en isla Borbón ó Las cinco puertas del Averno
Enrique Germán Martínez marino poeta

A mi compañero y amigo Guillermo O. Iglesias héroe de guerra

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Cinco puertas del averno
se abrieron de par en par,
sus demonios en tropel
preparaban su maldad.
Asomaba en todas ellas
Thatcher: otro satanás!
gesto osco en su tailleur
sólo por disimular,
entendía de elecciones
no de sangre a derramar
La lejana operación
de rescate en ultramar
era al aire una moneda
infatigable al girar.
Dos libélulas inermes
(H233 y H234)
Se aprestaban a volar
Barro, iglesias y Beltrán
junto a tres valientes más,
se agigantan frente al riesgo,
no se han de amedrentar.
Lotería todo el vuelo
y en bidones algo más,
cual tesoro se cuidaban,
de una gota derramar.
Tenebrosa la misión
a Gran Malvina regresar
por pilotos olvidados
sin aviones, rescatar.
Borbón, era operación
una fija: fracasar!
derribados o caídos,
es lo mismo,
que más da!
El combustible
en los tanques
apenas para llegar
y debían con peligro
en pleno vuelo repostar.
Si evitaban una tea
en noche oscura iluminar,
o el rugir de las turbinas
se escuchaba al llegar,
si el combustible era apto
y no debían alertar,
la aeroflota del imperio
Y en Borbón mucho rezar,
éstas cinco puertas eran
el destino a no dudar,
que aguardaba a los héroes
si algo había de fallar.
Superando desafíos
Si lograban despegar
todo el show se repetía
hasta llegar al palomar
Cinco puertas del infierno
abiertas de par en par
deseando que algo fallara
en complejo trajinar.
Con el peso excedido
Y con dudas sin dilucidar
se lanzaron a la gloria
O a morir en ancho mar.
eludiendo los radares
bajo el lóbulo volar

peinando crestas espumosas
era vértigo brutal.
Todo en contra, en lotería
Se lanzaron hacia el mar
Cinco puertas del averno
Se volvieron a cerrar.
Fracasadas no pudieron
ni un cristiano atrapar.
Dos libélulas inermes
Orgullosas al honrar
Su misión habían cumplido
al pies secos alcanzar.
Entre vivas los esperan
en plataforma un capitán
militares y civiles
que los vivan sin cesar

Epilogo
Demoró cuarenta años
la Armada en dilucidar
Si los condecoraba
o los dejaba olvidar.
En sus pechos con orgullo
la medalla hoy brilla más
que un sol por todo el tiempo
que la hubieron de esperar,
hoy son épica en la historia
de la Aviación Naval

«Cuéntame de la mar navegante» por Enrique Germán Martínez marino poeta

«Cuéntame de la mar navegante»

Enrique Germán Martínez marino poeta

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Cuéntame de la mar navegante
porque yo vivo junto una laguna
y no imagino que orilla alguna
encierre aguas tan grandes,

Acaso la mar profunda y oscura
¿Alberga monstruos gigantes?
Que necesitan tanta agua
¿Para mostrarse amenazantes?
Aquí en la tierra no se concibe
la vastedad con tanta holgura
porque siempre verás un cristiano
huyendo del malón en su cabalgadura.
O un vago sesteando bajo un ombú
que es sombra fresca y segura,
o un indio retobado que el Ejército
quiere vacacionar en una jaula muy oscura.
Dices que si un pampero sopló feroz
en una sola cuarta del compás con furia incontenible,
cría olas de altura increíble
que dañarán hasta el tope de tu arboladura.
Cuéntame sobre esos cetáceos
tan sensibles como los humanos,
que aprendieron a llorar
cuando se enseñoreó en la mar
el ballenero desalmado y brutal.

Cuéntame de la mar, navegante
y de los peligrosos escarceos
que desvían tu proa hacia el roquedal
cuando no lo esperas ni es tu deseo.
Cuéntame de la mar, porque
yo estoy por irme
y no quiero ser recordado ignorante
de cuanta crónica interesante
se espera de un hombre viejo.
Quiero ver el agua gigante
Y también esas almadías () tan grandes como la que se hundía un 2 de mayo escalofriante, (*)
cuando eras apenas un dragoneante.
Quiero saber, ser sabio como un maestro
dar mis lecciones galante y diestro
y después, sereno partir
a la casa eterna de mis ancestros.

Pasajes en la vida de mi abuelo Catriel Choque
Ultimo cacique Tehuelche de Chos Mallal
Por el Suboficial Mayor de Infantería de Marina Ramón Choque
Nieto de Catriel Choque
Esta historia es completamente ficticia

«El gaviero» por Enrique Germán Martínez marino poeta

El gaviero
Enrique Germán Martínez
Marino poeta

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El silbido del pito marinero
invita a brincar a los flechastes
trepar hacia los cielos que soñaste,
de ser bravo y galante: un gaviero.

Vistiendo un chambergo, ala con vuelo,
albiceleste chomba y faja apretada,
chaqueta de frac negro ajustada,
da igual si es tanto dama o caballero.

Seguridad y compañerismo es lo primero.
Unos a otros se cuidan con la mirada,
son el orgullo de las velas desplegadas
y de la épica historia: herederos!

Los tigres del trinquete muy cancheros
frente el puente bajo críticas miradas,
las tortugas del mayor muy transpiradas
también logran ser a veces los primeros.

Ese tizne que resoplan carboneros
sin pudor desde oscura maquinaria
se te pega y te deja enlutada
como túnica de parka engalanada

El gaviero en la cubierta es compañero
amable y afectuoso camarada,
nada exime a las mujeres hoy tratadas
como nobles y virtuosos caballeros.

En la antigua tradición del marinero
Era el gaviero el mas experto y avezado
Sus virtudes por la jarcia habían trepado
Y Sus vidas discurrían en el cielo.

«Requiem 2» por Enrique Germán Martínez marino poeta

«Requiem 2»

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Enrique Germán Martínez marino poeta

Te has ido. Los llevaste a la gloria de caídos
por la Patria y más caro, por sus hijos.
Cuarenta y cuatro los valientes, ya son mito.
El cielo lo ha sabido siempre por los siglos,
no hay tierra en el sepulcro del marino
donde caiga es camposanto sumergido.
No les quiten el derecho del destino
encontraron paz eterna en submarino.

Se han dormido eternamente bendecidos.
No los traigan a este mundo corrompido.
No haya tierra sobre gloria ,
ni laureles sin victoria,
ni política en memoria,
impoluto en su pendón que su honra mereció.
Ya eternos se han dormido, y en su lecho bendecidos
por ángeles de Dios, también Marinos .

«La nueva balsa Bombard» por Enrique Germán Martínez marino poeta

La nueva balsa Bombard
Enrique Germán Martínez Marino poeta

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La nueva balsa Bombard
viene renovada y completita,
con el equipo que necesitas
esos días que no has de olvidar.

Un ambiente con vista al mar,
baño con ducha e inodoro,
para resguardar el decoro
más amenities para disfrutar.

Hay un rollo de higienol
en la ración semanal por cabeza,
que debes tu con delicadeza
ejercer un severo control.

Con anzuelos de tamaños varios
y un equipo para curaciones
una gran mesa de operaciones
y para el alma hay un breviario.

Langeviniers felicitaciones
para mar gruesa estabilizadores!
yo quiero en la Bombard
pasar mis próximas vacaciones.

Me despierto sobresaltado
soñé una balsa con ilusiones,
si la pido al Arsenal
me presupuestan un portaviones.

«Mares azules» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Mares azules
Enrique Germán Martínez
Marino poeta

Dedicada al mi comandante
En la Corbeta Espora 1983- 1986

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Quisiera volver
hacia atrás en las horas
a tiempos
de mares azules
de ayer,
honrar con poesías
de épicos versos
a quienes cumplían
valiente deber.
Brincar en las olas
escribir poesía
nacida a instantes
de su acaecer,
honrando a quienes
ejemplos mediante
marcaron caminos
mañana o ayer.
Entre ellos saliente
un hombre intachable
ejemplo palpable
que no he vuelto a ver,
sólo él me inspiró
en complejas jornadas
cómo decidirme
o qué habría de hacer.
Hoy en poesías
agradezco a este hombre
que fue comandante
Y legado de honor
no digo su nombre
humildad ofendería
nunca olvidaría
Porque me cautivó.
Lo que más yo recuerdo
en jornadas postreras
tanto en la carrera
como a continuación,
es sagrada sentencia
donde guardó toda ciencia
por eso admiro
a Espora y a usted.

MAS HERIDAS EN EL CUERPO
QUE GRADOS EN EL UNIFORME

«El poeta fue a la guerra» por Enrique Germán Martínez marino poeta

El Poeta fue a la guerra
Enrique Germán Martínez
marino poeta

Esta historia es ficticia

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El poeta fue a la guerra
dícese que regresó,
que trajo mil relatos
y otros tantos… silenció.

Mas no trajo de regreso,
del día en que partió
la sonrisa, más que guerra,
parecía ir de excursión.

A poco de navegar
su vida toda cambió,
cuando conoció al teniente
Jefe de su Batallón.

Nada menos que su amigo
de primer grado inferior,
en los Maristas de Belgrano
a los seis años conoció.

Se hicieron tan amigos
como hermano o confesor
y quisieron conservar
esta tilde de honor.

Pero el padre de su amigo
de carrera un militar,
aceptó todo destino
él quería progresar!

Se fueron primero al sur,
luego al norte a afincar
también en la cordillera
y fue Agregado Militar.

Así se perdió el contacto
en esos años no había chat,
internet no existía
era difícil buscar.

Pero quiso el destino
volverlos a colocar,
uno al lado del otro
y su amistad resucitar.

Así llega a la guerra
el poeta que soñó
reencontrar a su amigo
aunque no en esta ocasión.

Las islas irredentas
el destino apostó,
arriesgásemos la vida
por la gloria y el honor.

Resistieron bombardeos
defendieron posición,
su amistad fue inconmovible
se forjó al pie del cañón.

Pero un día desgraciado
una granada que estalló
al teniente la metralla
inesperada lo alcanzó.

En los brazos del poeta
el cura lo confesó
y con un Viva la Patria!
su vida se extinguió.

Al poeta una medalla
el general le otorgó,
y a la madre del teniente
fueron dos que reservó.

Informado el general
de la amistad entre los dos
alabó ese sentimiento
que distingue con honor.

Expresó acongojado:
“Si tu amigo ha muerto hoy
Llora por él todas tus lágrimas
y por siempre añóralo”.

“Pero su alma que es eterna
donde está, lo sabe Dios,
déjalo que en paz descanse,
lo que pudo… ya entregó”

Regresó tan taciturno
y ensimismado que su voz
no se oía casi nunca
que no fuera en oración.

Treinta años se calló,
de la guerra enmudeció,
como si no hubiera ido
ni visto cuánto vio.

Su alma un buen día
a la vida despertó
quiso contar a todo el mundo
experiencias que vivió.

Buscó todos sus cuadernos
y las notas que tomó,
pinturas y esquemas
y a escribir se abocó.

Por semanas no se oía
ni un murmullo de su voz
que no fuera en tono quedo,
al caer la tarde en oración.

Relató todos los hechos
que la guerra aconteció,
escribió las poesías
y en su corazón lloró.

Recordó a su viejo amigo
el teniente que murió
y para celebrar su vida
este libro escribió.

Compilando sus poemas
y relatos que reunió,
vio la guerra desde el arte
y en sus versos lo plasmó.

El poeta fue a la guerra,
pero un día regresó,
a honrar a los caídos
con el don que Dios le dio.

Epílogo

Al cumplir 40 años
del regreso el Batallón,
en comida de agasajo
preguntó uno al anfitrión:

De la vida del poeta
que podemos hoy saber?
era bueno con las letras
Y versaba a su placer.

-Trabaja siempre noche y día
y escribe sin cesar,
pero su alma está en las islas
nunca pudo regresar.


«Náufragos» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Náufragos
Enrique Germán Martínez
Marino poeta

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El Belgrano con honor
entre glorias naufragó
con trescientos veintitrés
custodiando el pabellón

El poder era ambición
congelado el corazón.
Una líder con historia
de soberbia y sinrazón

Silencioso y al acecho
el peligro anidó,
un rapaz conquistador
cruel zarpazo le asestó.

El ataque doblegó
sin poder contrarrestar.
El abismo lo engulló
era un Señor del Mar

El valiente comandante
fue ejemplo en conducción,
último en abandonar
como es la tradición.

Bonzo quería correr
misma suerte que el bajel,
Barrionuevo persuadió
o se quedaba con él.

Disciplina y moral
era fe en la dotación
pero al abandonar
el averno comenzó.

Sin piedad los apaleó
el mar gélido polar,
aunque el viento en su bramar
cantar bravos escuchó.

Nunca nadie entenderá
qué martirio se sufrió,
hasta que en brazos marinos
a satán se los quitó.

No triunfó el invasor
ni en siglos lo hará,
sus falacias son derrotas,
victorioso es rescatar.