Texto de María de Buenos Aires:
Me mostraste. Te agradecí sin pedirte nada, lo que me enseñaste, lo que estaba en mi y no alcanzaba a ver. Me mostraste que sí había un sol detrás de todas las nubes, que el amor eterno existe, que las almas gemelas no son mito, que el corazón siempre sabe y que a veces percibir es mejor que razonar.
Tu respuesta fue callar, desaparecer, irte dando un portazo. Que el Universo en mi nombre te dé dos, para que evoluciones y crezcas aún con dolor. Así es y así.
Te fuiste.
Sin pedirte nada
te agradecí,
aunque ya estaba en mí,
y tu dirás que es cierto.
Sobre las nubes
siempre hay un sol,
el amor eterno
existe hoy.
Las almas gemelas
no son un mito,
la corazonada
no es acertijo;
por el contrario
es triunfo fijo.
Tuyo es el yerro,
por la razón
con mucho estudio
pero sin intuición.
Tu respuesta
a mis preguntas,
fue el silencio
sin mas excusas.
Fue tu portazo
un golpe injusto,
que el Universo
replicará a gusto.
El dolor de tu alejamiento
estará en tu gen
y en mis sentimientos.
Y tu amistad
será mi lección,
por esta vez
recuerdos absurdos.