PROSA DE ALEJANDRA SOTELO FADERLAND. HERMANOS DEL ALMA.
A Luigi Bracamonte Rocha, esos hermanos del alma que la vida regala, que a estas horas clandestinas en que los investigadores trabajamos y me encuentra con la pc que hace lo que quiere, y unas lágrimas colgadas del puente de mis pestañas, a miles de km. de distancia, por encima de cordilleras, desiertos, lagos de altura, mas montañas y desiertos, valles y llanuras, parece poder leer la mente y llamar por teléfono pese a esas convenciones de usos horarios y dar ánimo como para insulfar un globo aerostático. Con amigos así, la vida si que vale la pena ser vivida.


«CARICIAS AL ALMA».
A Luigi Bracamonte Rocha.
Hay hermanos del alma
que la vida nos regala,
de otros vientres nacidos
mismas vidas lloradas,
Clandestinas son las horas
en que mi mente trabaja
investigando me encuentra
lo que la vida me demanda.
Mientras lágrimas resbalan
del puente de mis pestañas,
porque el corazón entiende
lo que la voz acalla
y sus sentires esconde
entre frases vanas.
Distancia de por medio,
también altas montañas.
con nieves eternas
Y vertientes heladas
ríos que corren rectos
y deltas de filigrana
Pareces leer mi mente
que en mis tristezas me llamas,
para darme toda la fuerza
que ya no tiene mi alma.
Para templar mi frío mundo
al rescoldo de tus palabras,
y subir hasta el santo cielo
en Montgolfier de madrugada
sin los lastres de la vida
con tu calor subiré muy alta.
Velará de mí por siempre
Luigi nunca me falta,
No nos une el amor,
El sabe hablar con mi alma
2016

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En nombre de mi «hermano del alma», gracias por haberla publicado, por el trabajo de poetizacion y regalo a los dos. Mil gracias.
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