Hoy las vientos desquiciados han rotado
a cuadrantes donde prima la razón,
ya flamea nuevamente la esperanza
ayer perdida en los senderos del error.
El futuro prometía un destino
manifiesto de grandeza a la Nación,
una historia no vivida nos la debe
para siempre el populismo que imperó.
Consumió setenta años de ilusiones
y a la zaga de naciones nos envió,
la cultura del trabajo y del esfuerzo
fue olvidada y devastada en el error.
Torbellino de pasiones afirmaba
una pérfida dialéctica inferior,
que el mundo en una guerra rechazaba
letanías que Argentina adoptó.
Nuestra patria fue guiada por consignas
repetidas sin sentido ni pudor,
era el fin personalista de ideas
de opiniones, fundamentos y razón.
Sólo lemas con promesas insensatas,
ignorancia y facilismo clientelar,
los gobiernos de alternancia no pudieron
con el vicio y corrupción estructural.
Cuando no eran poder lo acechaban
con temible vigilancia sindical.
Varias veces agotaron su gobierno
Dando pie a una aventura militar
cuando estábamos al borde de las llamas
no temían al “de facto” convocar.
Democracia en la Grecia que ilumina
desde el fondo de la historia y tradición
era gobierno del pueblo para el pueblo
un concepto que impera aun hoy.
Pero es frágil porque en ella se espera
de los líderes muy limpia intención,
ambiciones compatibles y medidas
y cuidar el patrimonio en la Nación.