migos son valiosos tesoros,
que guardo profundo en el alma,
con ferviente y beatífica calma,
donde nacen los rezos que imploro.
Al buen Dios en un canto sonoro
le ruego los tenga en su palma
en bendita señal con que salva
a aquellos que honran su trono.
Y a su diestra algún dia lejano
con dos ángeles que cantan a coro
Pueda ver mis amigos llegando.
Guardaré en su honor mientras tanto
Un recuerdo de ellos que el oro
a su lado creyera no estar brillando.
Esta foto de un gato con vestimenta real se la dedico a una querida amiga que adora los gatos y está convaleciente de una enfermedad que a cualquier persona la hubiera dejado fuera de combate. No a ella ya que es la «dama que da batalla». ¿Te arranqué una sonrisa?