
Luces y sueños
Por Enrique Germán Martínez Marino poeta
Con la colaboración de su familia en especia Nacho que le dio el nombre a la poesía.
Araña de historias y patrias memorias,
en tus brazos abiertos la paz era hogar,
los diáfanos días que sólo eran sombras
las que proyectabas con tu fulgurar.
Araña de bronce en silencio pendías
en alegres días en noble solar.
Luego en barrio Belgrano donde bien nacía,
quien fuera un dueño en tu largo historial.

Eslabones robustos orlados en oro
sostenían tu augusto tallado metal.
Imagen osada que en tiempo de antaño
emulaba un ancla levando a zarpar.
Tu brazos tendidos y ojos de luces
destello en los sueños que al comenzar,
eran justo motivo de algarabía
en nuevas familias por amalgamar.
Lloraste en tulipas los días postreros
de amados luceros que hoy duermen en paz,
también la llegada de nuestros relevos
la generación de hoy fatigas llevar.
Fuiste testigo de pompa y festejo
de tantos momentos para hoy recordar.
Al fin de los años la casa vendida
no te dio cabida en otro lugar.
A dónde estarán hoy tus brazos abiertos?
Y a dónde das luz y tu sombras a la par?
A dónde serás otro mudo testigo,
de sueños como éstos que hoy vuelvo a soñar?
