

Dedicada a Candela Arroyo
En un cielo donde reina eternamente
luminoso y milenario un sol de oro,
resplandece una gema reluciente,
que es candil de un universo misterioso.
Es estrella cada vez más refulgente
cuyo brillo multiplica impetuoso.
Luz pequeña pero intensa que enceguece
el confín de las distancias sin retorno.
Candela es tan bella qué ante ella
son opacos tanto plata como el oro,
a su armonía se han rendido las pasiones
y a su ternura el amor se hace ilusiones
Pero ella reina en paz iluminando
Con bondad, del universo, los rincones
