A mi esposa al partir de viaje

Eres el agua salobre de mis mares,
eres el sol de mi puro y azul cielo,
eres la estrella brillante en mi universo,
y no habrá nada a ti que se compare.
Eres el aire que respiro sin saberlo,
Eres la luz de mis ojos cuando se abren,
Eres canción que acompaña mis silencios,
Eres la vida que fluye con mi sangre.
Pero eres libre de partir alguna tarde,
Si en algún otro horizonte te reclaman,
Soñaré que el vacío que dejaste
Es tu esencia y volverás a sublimarte

qué bonita poesía, cargada de romanticismo
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