Antes que calle el susurro que inspira, antes que el rojo tizón sea cenizas, antes que vuele el rescoldo en las brisas, habré de escribir sobre cantos y risas a la niña hermosa que versos la hechizan.
Por eso está cerca de mi corazón porque ella los ama y yo se la razón, los lee soñando y se quiebra su voz, llorando los canta y los vuelve ilusión; es ese el secreto que guarda hasta hoy.
Hoy sueño para ella y murmuran los elfos que no tenga miedo a la hoja que enfrento, no está ni vacía ni faltan los texto las letras veré a medida que sueño… ya me han revelado su amor tierra adentro.
Porque ella ha dejado al pie de los cerros en una ciudad en que el milagro fue cierto, raíces de vida enlazadas a un ceibo con savia que fluye por todo su cuerpo recibe al amor de sus nobles ancestros.
Porque la familia es amor y recuerdos y supo anidar cuando quiso echar vuelo y pudo alcanzar con estudio y esfuerzo, las metas que cantan las flores al viento del ceibo que arraiga en fértiles sueños.
Hoy versos la hechizan después que el amor entró en su casa de pulcro interior, resiembra, renuncia, y sagrado fervor eterna promesa que hoy rezan de a dos… ¡Y un brote del ceibo hizo vara con flor!
Es bella la niña que ama estos versos que vive la vida feliz y a pleno. Familia es palabra en todos sus rezos, sincero su amor por ignotos ancestros “¡Frondosa y enhiesta, la rama del ceibo!”