«Poetización en memoria de un amigo: Rafa Ocampo» por Enrique Germán Martínez marino poeta

Prosa de Agustín Guzzetti:

Rafa Ocampo sos fuiste y serás una persona de bien. Un tipo que te cantaba la justa, una gran persona, un ejemplo de vida y de padre. Una persona que cambio la vida de muchos con las cosas mas simples. Te fuiste a dar una vuelta como el más grande. Siempre te recordaré con tu cuota de humor infaltable que hacia de cada día, un día más llevadero. Una persona que en cada detalle hacía la diferencia. Hasta siempre y gracias Dios por haber tenido la dicha de conocer a alguien como vos y a tu familia. Tu ejemplo perdurará enteramente.

A Rafa Ocampo, un grande.

Fuiste sin pausa
persona de bien.
De verba sincera
y humilde saber,
«cantabas la justa
de tu parecer»;
ejemplo intachable
de respeto al deber.

De amor a la vida
y de padre también,
modelo a tus hijos
y a gentes de bien.
Te alejaste sabiendo
que no habrás de volver
y dejaste tus huellas
que lloramos al ver.

Cantando seguimos
hoy, tu senda de ayer
con humor y alegría,
y tu presencia se vé
guiando entre risas
como fuera el ayer.
Doy gracias a Dios
Por haberte tenido…

Y la dicha de ser,
entre otros tu amigo.
Conocer tu familia
que serán los testigos,
del amor que juntaste
y te llevas contigo,
y le darás al Buen Dios
que será complacido.

Epílogo
A su diestra estarás
como Regio Amigo
hasta la eternidad,
donde sos bienvenido…
por siempre jamás!!!!
Rafa Ocampo querido

18 mayo 2016

«Tango en abstracto» por Enrique Germán Martínez marino poeta

A Eugenia, que hace bailar las fantasías.

tango en abstracto
Escanear para escuchar recitado por el autor

La niña baila tango grácil figura,
flotando entre acordes de un bandoneón,
que marca su hermosura y gracia pura,
con pasos que expresan arte, su gran pasión.

Girando entre las rondas de las milongas,
vibrando entre melodías de algún salón,
cautiva con su frescura y sus figuras,
que en secreto guardó en su alma, la inspiración.


Honrando el señorío de antiguos tangos
la niña gira en torno de una ilusión,
ella venera tanto la danza que su figura,
vibra con los redobles cual diapasón.


Un coro de ángeles canta en sus oídos,
canciones nuevas que nunca nadie oyó,
allá en el cielo, en las alturas
del cancionero santo del Señor Dios.


Un ángel hoy ha bailado en la madrugada,
hoy el maestro de aquella orquesta enmudeció,
al verla, enamorada de un dos por cuatro,
flotando entre la música y la canción