Esta es la historia resumida en 3 QRS de un viaje de instrucción , el núm.33 en el cual su comandante se había empeñado en cumplir al pie de la letra sus instrucciones operativas y al mismo tiempo hacer que el viaje fuera un hito feliz e inolvidable para todos sus tripulantes.
A lo largo de sus estrofas se van desgranando situaciones y circunstancias que hoy son recordadas con una amplia sonrisa y con fuertes abrazos cada vez que se encuentran.
En la última hoja, una invocación a Ntra. Sra. Stella Maris cierra los versos con una piadosa reflexión.
Comandante del viaje Enrique Germán Martínez.
Esta poesía se la dedico a mis oficiales a 20 años de haber hecho un viaje de instrucción juntos en la fragata libertad.

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Capitulo 1
«Pase a la Libertad»
Hoy quiero escribir un poema eterno,
que brille después que se apague el sol,
que llegue a confines del frío universo
un himno glorioso de amistad y honor.

Que entone la historia los cantos de egregios
que hoy son memoria feliz evocar.
a quienes la ARMADA otorgó el privilegio
pase a la LIBERTAD veinte años atrás.
Teléfono al rojo, angustia completa
– ¿Quién conoce a Losada? Es de armas llevar?
– ¿Y Enrique Martínez es de este planeta?
¿O de alguna galaxia aún sin relevar?
Ya todos abordo el cargo pesaba
una tonelada y unos kilos más,
con fecha y hora para la zarpada:
¡mejor que la cumplan o no irán a Rouen!
Reunión de oficiales con el comandante
su Orden del Mando entrará en vigor
directiva suprema a todos tocante
puede ser tu condena a prisión mayor.
El día termina como un cuento de hadas
promesas soñadas; difícil de creer,
todas las miradas allí concentradas
en frases que nadie escuchó hasta esa vez
Unos a otros se consultaban
contrastando aquello que creyeron oír
parecía un acuerdo de contra-partes
y sus compromisos a honrar sin doblez.
Cumplir toda fecha: de arribo y zarpada;
el buque sin mácula un cisne ha de ser;
las operaciones tal como ordenadas;
los guardiamarinas sean hombres de bien
En contrapartida será mi objetivo
que sean felices en velero edén
tripulantes y esposas lo han merecido
recuerden sonriendo el viaje 33.
Por viejo sabía y no alucinaba
qué cosas a un viaje le hacen mal o bien
y esta vez yo quería ver reivindicada
la historia de un viaje que no contaré
Hoy a veinte años el día ha llegado,
levante la mano quien lo pasó bien,
y me diga sin trabas quien no ha disfrutado
por injusto castigo, destrato o desdén.
Capítulo 2
«Frases célebres»
Ilustración Enrique Germán Martínez Marino Poeta
La zarpada es siempre sentires cruzados
porque navegamos en total libertad
dirá la conciencia si nos comportamos
como caballeros y hombres de mar.
Por eso en las tardes de tórridas siestas
se hacía difícil un buen descansar
en las camaretas preparan las fiestas
solteros al ritmo “Mambo Number Five”
Aun nos recuerdan en Rio de Janeiro
la nave rolaba a un compás singular
los jefes huían de tal desconcierto
mirando de reojo solo por controlar
En canarias el Teide a un tris de explotar
por las vibraciones de la Libertad
el bochinche de ruido en Colombia era tal
que me fui a un hotel para un buen pernoctar.
Popular fue la frase sobre el terco desorden
que reinaba en horarios y en la administración
el decir extendido “ the bar is open”
hablaba de vicio y de perdición
También entre ellos, en clave secreta
(jugarían ruleta o harían apuestas…)
yo sólo entendía palabras discretas
como “aquí me quedo” o “posmo me apesta”
A la vista de todos sobre el mostrador
en el bar consumían bebidas muy fuertes
-coca cola, naranja y leche fría, señor!
no sé porqué lo llamaban “enfurecedor”.
Una tarde a 8 nudos con viento de proa
la vela de bronce a 100 vueltas o más
Un grampín encarnado a pocas esloras
un tirón, borbollón, de un gran pez la señal.
Ilustración Enrique Germán Martínez Marino Poeta
Era un tubo azul parecido a un torpedo
luchaba con furia de admirable el guerrero
pues ya se veía frito o hervido
trozado o entero en enorme caldero.
Al final se entregó exhausto, abatido
A la dama de mar su espada ha rendido.
Ordené parar máquinas, pero no dar atrás
para que no pareciera una emergencia real,
Adrián aparece con gesto iracundo
Ay, paren el mundo, me quiero bajar.
Adrián: caballero de finos modales
Me dio sus razones pero sin hesitar
“las máquinas muy desgastadas sabemos
Señor! con fineza debemos tratar …
…evitando ordenar, sin razón por sorpresa
contramarcha o de golpe la marcha parar.
no estamos de picnic en tarde de pesca,
somos gente adulta con responsabilidad”
Así cavilaba camino al puente
a retomar la derrota con mucho que andar
Creí escuchar un corrillo en las máquinas
“no te dieron el buque para ir a pescar”
No sé si estos versos podrán ser eternos
y brillar cual luceros cuando se apague el sol,
pero sí testimonien por generaciones
lo que vivió hace lustros mi Plana Mayor.
De las poesías en el firmamento
será esta épica un suave brillar
porque no es relato de terceros disensos
sino que es un canto a la noble amistad.
Audaz personaje el “profe Carlitos”
de una antología sin duda el central,
la cara más dura que un meteorito,
lo salvó su paraguas de impunidad.
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Capítulo 3
«Virando la vida por avante»
En antiguos veleros virar por avante
era muestra galante de su habilidad,
otorgaba ventaja sobre todo oponente
que a popa redonda debía girar.
Estábamos solos, el Caribe era nuestro
el viento no hacia más que susurrar,
inquietantes secretos de la vela misterios
que Eduardo sabía, pero nadie más.
El día era calmo sin marejadilla
el mar un espejo gigante del sol,
que en él se miraba orgulloso y brillante
misterio inquietante de la fragua de Dios

Entonces se acerca Eduardo en silencio
tan misterioso como el mismo sol,
se imposta me dice casi al oído,
“no habrá otro día tan bueno como hoy”
Valientes gavieros brincando flechaste
alegres treparon aleves cual aves,
poblando las vergas y el palo bauprés
guarniendo maniobras en un santiamén.
Llegado el momento enfrentaron los vientos
enfachando el paño con habilidad,
terminaron el giro cruzando los foques
caía la proa aun con velocidad.

Rompió en un aplauso la ronca tribuna
vivando gavieros y gente de mar
henchidos de orgullo después en cubierta
juntos festejaron un hito en la mar
El sol se ponía y brillaban luceros
en un alerón sumergido en mis sueños
Adrián que pasaba cruzó su mirada
fugaz con la mía hablaba su ceño.
Si Adrián se creía que yo no sabía
que la vela de bronce podía girar
porque todos los días sin la tribuna
también por avante la hacían virar.
Juanjo también, ni que hablar de Charly
Aun a los cargos he de confesar
yo ya sabía que todos los días
Ustedes viraban su propio ritual.
A Los mágicos polvos que guardaba en la cala
Desde su botadura nuestra Libertad
Debía agregarse la fuerza de todos
Y mancomunados para funcionar.
Capítulo 4
«GAP»

Hay un solo Señor en lo alto del cielo
en su trono imparte consuelo y justicia,
no puede haber dos a riesgo de impericia
o que leyes eternas no tengan consenso..
Lo propio ocurre en un barco velero,
en el puente estribor el trono del reino,
otro en cada alerón a la luz de luceros
poderoso este dios que al otro da consejos.
Dicen hoy las memorias de quienes lo vivieron
descreían perplejos condestable y gavieros
lo graznaban gaviotas en un trino agorero
¡había dos comandantes en el barco velero!
Decían que “el viejo” “del anciano era hijo”
Desde niño pequeño en sus brazos criado
a ser buen marino le había enseñado
pero no el secreto de ser dicharachero
Razón suficiente para comandar el velero
y entrar en la historia sin sonrisas, muy serio,
pero el otro más viejo y más sabio (sospecho)
ascendió a la gloria en un grupo risueño.

Era el GAP una élite de actores bohemios
liderados por Charly comediante muy bueno
gran poeta dotado de histrionismo y respeto
que sabia bromear y ser circunspecto.
Singular fue una noche que no he de olvidar
el comandante más viejo se hacía esperar
Cuando su hijo impaciente ve su silla vacía
el viejo ladino entró con el GAP
Así fue como el Grupo llamado “al Pedo”
con trabajo y denuedo hubo de progresar
y al final liderar con prestigio más alto
que un sobrejuanete aferrado al capear
Podría seguir con letras gloriosas
en lírica rueda memorias hilando
calabrote de historias seguir engrosando
con jugosos anales que voy inventando
Podría contarles tantísimos cuentos,
que escuchen confines del vasto universo
que fueron la épica historia de un viaje
hasta ahora es verdad tal como recuerdo
Sólo resta decir que fue mi privilegio
servir con ustedes donde mas yo aprecio
un barco que heredo al fin del milenio
nos honra su historia de puro abolengo
Y me honran ustedes con su señorío
su empeño y su ejemplo de credo antiguo
que dice que sólo será buen marino
quien fue caballero leal y legitimo.

El último verso a mi dueña dedico
a nuestra señora esplendor de los mares
nos llevó de la mano en calmas y huracanes
me cubra su manto hasta que el cielo me llame.

