Esta poesía se la dedico a mis oficiales a 20 años de haber hecho un viaje de instrucción juntos en la fragata libertad.
Capítulo 2
«Frases célebres»
La zarpada es siempre sentires cruzados
porque navegamos en total libertad
dirá la conciencia si nos comportamos
como caballeros y hombres de mar.

Por eso en las tardes de tórridas siestas
se hacía difícil un buen descansar
en las camaretas preparan las fiestas
solteros al ritmo “Mambo Number Five”
Aun nos recuerdan en Rio de Janeiro
la nave rolaba a un compás singular
los jefes huían de tal desconcierto
mirando de reojo solo por controlar
En canarias el Teide a un tris de explotar
por las vibraciones de la Libertad
el bochinche de ruido en Colombia era tal
que me fui a un hotel para un buen pernoctar.
Popular fue la frase sobre el terco desorden
que reinaba en horarios y en la administración
el decir extendido “ the bar is open”
hablaba de vicio y de perdición
También entre ellos, en clave secreta
(jugarían ruleta o harían apuestas…)
yo sólo entendía palabras discretas
como “aquí me quedo” o “posmo me apesta”
A la vista de todos sobre el mostrador
en el bar consumían bebidas muy fuertes
-coca cola, naranja y leche fría, señor!
no sé porqué lo llamaban “enfurecedor”.
Una tarde a 8 nudos con viento de proa
la vela de bronce a 100 vueltas o más
Un grampín encarnado a pocas esloras
un tirón, borbollón, de un gran pez la señal.

Era un tubo azul parecido a un torpedo
luchaba con furia admirable el guerrero
pues ya se veía frito o hervido
trozado o entero en enorme caldero.
Al final se entregó exhausto, abatido
A la dama de mar su espada ha rendido.
Ordené parar máquinas, pero no dar atrás
para que no pareciera emergencia real,
Adrián aparece con gesto iracundo
Ay, paren el mundo, me quiero bajar.
Adrián: caballero de finos modales
Me dio sus razones pero sin hesitar
“las máquinas muy desgastadas sabemos
Señor! con fineza debemos tratar …
…evitando ordenar, sin razón por sorpresa
contramarcha o de golpe la marcha parar.
no estamos de picnic en tarde de pesca,
somos gente adulta con responsabilidad”

Así cavilaba camino al puente
a retomar la derrota con mucho que andar
Creí escuchar un corrillo en las máquinas
“no te dieron el buque para ir a pescar”
No sé si estos versos podrán ser eternos
y brillar cual luceros cuando se apague el sol,
pero sí testimonien por generaciones
lo que vivió hace lustros mi Plana Mayor.
De las poesías en el firmamento
será esta épica un suave brillar
porque no es relato de tercos disensos
sino que es un canto a la noble amistad.
Audaz personaje el “profe Carlitos”
de una antología sin duda el central,
la cara más dura que un meteorito,
lo salvó su paraguas de impunidad.