«Épica amistad marinera» CAPITULO 3 por Enrique Germán Martínez Marino poeta

Esta poesía se la dedico a mis oficiales a 20 años de haber hecho un viaje de instrucción juntos en la fragata libertad.

Capítulo  3

«Virando la vida por avante»

En antiguos veleros virar por avante

era muestra galante de su habilidad,

otorgaba ventaja sobre todo oponente

que a popa redonda debía  girar.

 

Estábamos solos, el Caribe era nuestro

el viento no hacia más que susurrar,

inquietantes secretos de la vela misterios

que Eduardo sabía, pero nadie más.

 

El día era calmo sin marejadilla

el mar un espejo gigante del sol,

que en él se miraba orgulloso y brillante

misterio inquietante es la fragua de Dios

sol
Ilustración Enrique Germán Martínez Marino Poeta

 

Entonces se acerca Eduardo en silencio

tan misterioso como el mismo sol,

se imposta me dice casi al oído,

“no habrá otro dia tan bueno como hoy”

 

Valientes gavieros brincando flechaste

alegres treparon aleves cual aves,

poblando las vergas y el palo bauprés

guarniendo maniobras en un santiamén.

 

Llegado el momento enfrentaron los vientos

enfachando el paño con habilidad,

terminaron el giro cruzando los foques

caía la proa aun con velocidad.

Proa
Ilustración Enrique Germán Martínez Marino Poeta

Rompió en un aplauso la ronca tribuna

vivando gavieros y gente de mar

henchidos de orgullo después en cubierta

juntos festejaron un hito en la mar

 

El sol se ponía y brillaban luceros

en un alerón sumergido en mis sueños

Adrián que pasaba cruzó su mirada

fugaz con la mía hablaba su ceño.

 

Si Adrián se creía que yo no sabía

que la vela de bronce podía girar

porque todos los días sin la tribuna

también por avante la hacían virar.

 

Juanjo también,  ni que hablar de Charly

Aun a los cargos he de confesar

yo ya sabía que todos los días

Ustedes viraban su propio ritual.

 

A Los mágicos polvos que guardaba en la cala

Desde su botadura nuestra Libertad

Debía  agregarse la fuerza de todos

Y mancomunados para funcionar.

 

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